viernes, 13 de diciembre de 2013

Surrealismo

Un hombre pregunta.

Esbirros lo rodean. Uno lleva pistola al cinto. Otro lleva una macana.

Una anciana, frágil, madre.

Niños que miran curiosos.

Adolescentes que bailan, y desfilan en círculos, y ondean una bandera, extraña y venezolana.

Música estridente, alaridos, consignas. Vivas a los muertos.

Los esbirros agarran al hombre, lo cargan, y lo llevan en peso hacia algún lugar que el asesino de la pistola señala.

Los niños miran.

Los adolescentes bailan. La bandera, extraña y venezolana, va en la turba. El cantante sigue gritando.

Una mujer se sienta, en medio de la calle, medita, y espanta a los espectros.




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