Inmediatamente
después que la escritora cubana Wendy Guerra dijo - no dijo que sólo
los que viven en Cuba pueden escribir sobre la realidad cubana, o algo así, la
intelectualidá cubana extramuros comenzó a subir por las paredes.
Por ahí se pueden
entonces leer textos y numerosos posts en Féisbu, Tuiter y blogs, de todo, desde frases sueltas, más o menos ingeniosas, hasta
francas perretas.
Yo no he tenido la
oportunidad de leer nada que haya escrito WG. No sé entonces si es
tan mala, como dicen sus enemigos (porque, por lo que se lee, ya
pasaron de adversarios), o si es tan buena como para que la editorial
Anagrama le publique libros.
No acabo de entender tampoco tanta inquietud. Si alguien dice que yo no puedo opinar, escribir, callar o
llorar sobre Cuba, por la razón que sea, eso me resbala sin
fricción. Es sólo otra opinión, y ya.
Pero ese soy yo.
La intelectualidá
extramuros, sin embargo, es divertida, cosa que se agradece, por
demás. Y ñoña. Y para decir que un escritor es malo, o para pretender que lo quieren ignorar, escriben
tanto sobre él, o ella, como si fuera bueno.
En fin, que WG
parece ser una gran animadora del sopor estival que se enseñorea en
páginas y tomos. Que siga, entonces, el brete, questá bueno cantidá...
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