Sin temor a equivocarme,
digo que lo más relevante que sucedió en Cuba en los últimos dos
días fue la ola de represión a disidentes, paradójicamente, por
las celebraciones y protestas por el Día de los Derechos Humanos.
Y, fuera de los
participantes en las razzias, y algún transeúnte casual, los
cubanos de adentro no se enteraron.
Y no se enteraron, porque
tanto periodistas, cubanos o acreditados, como todos los medios de comunicación cubanos,
permanecieron en vergonzoso silencio, observando lo que ocurría,
pero mirando hacia otro lado.
La recomendación obvia
entonces a Rodiles y la gente de SATS es que, si quieren que los que
pueden escribir en blogs y medios den señales de vida, pues que
ponga en un casa una sala 3D para que se la clausuren, o que haga una
conga desde el Acuario al Tritón, para que se la prohíban.
Va, y entonces alguien
dice algo.
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