viernes, 2 de septiembre de 2011

Que pequeños se ven...

los perros que le ladran a la Luna llena.

Se ven ridículos, inexplicables, sólo un pobre animal irracional puede hacer algo así, se dice uno. Saltan en el polvo, se desgañitan, la espuma le cubre los hocicos. Mientras, la Luna sigue imperturbable, serena; quizás ni siquiera sabe de los perros o, si lo sabe, da igual, no hay ladrido que le quite luz.

Así, como esos perros, están los escribas del Gobierno cubano, un hato de desconocidos ladrándole nada menos que a Pablo Milanés.

Pobres tipos, triste oficio.

7 comentarios:

  1. Es un asco, todo un asco. Que cansancio de lo mismo.?Como pueden defender lo indefendible ya? Oye que tipo ese tu? que manera de referirse a las damas de blanco. Si le cuesta tanto entender al menos deberia pensar como si por unos dolares chico esas senoras estuvieran dispuestas a aguantar tales palizas?
    Hay que ser bruto.
    Por lo pronto, y para que el desanimo no se haga duenno, solo espero que mi tia logre montarse en ese avion la proxima semana y llegue aqui para que sus 70 y tantos abriles disfruten unos meses de tranquilidad y mejor alimentacion....sin que se forme un lio mayor alla en la isla y me dejen a la vieja trabada en el camino...es lo que quiere ahora mi almita egoista.
    Muy bueno H en NY.

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  2. Suerte para tu tía, ya verás que le va a ir bien.

    Yo no me explico a esa gente. En mi propia familia tengo partidarios del "proyecto" pero no he logrado dilucidar que los mantiene en sus 13, pues ya sabes, en familia, ni de religión ni de política.

    Pero por suerte no llegan a ese grado de estupidez...

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  3. Déjalos, que eso es lo que quiero. que escriban y escriban, que sirvan de tontos útiles. La jiribilla se lee en Cuba, y aunque el diga que no, en cuba pablo es dios. Y la gente cuando vea que dios dijo lo que dijo, dirá lo que piensa desde hace rato y hablará como su dios.

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  4. Yo también espero que el prestigio de Pablo se imponga a los enanos mentales

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  5. Me recordaron, así agrupaditos para que pareciera avalancha de indignados intelectualitos, el famoso libro "Cien autores en contra de Einstein", al cual la respuesta del científico fue, "Si yo estuviera equivocado, con uno sería suficiente"

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  6. Lo más bonito de esto es que mientras ellos vociferan Pablo escribe canciones. Cada cual da lo que tiene.

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