martes, 28 de octubre de 2014

Hablando en NY

En el lugar donde el bus de la escuela deja a mi hijo en las tardes me encuentro frecuentemente a un señor ucraniano que también espera a su nieta.

El señor, que no trabaja, apenas sabe algunas palabras de inglés, a pesar de que lleva por acá bastantes años. Pero es muy conversador, y esa pequeñez no lo detiene. De tal manera, pues hemos conversado sobre, qué otra cosa, la situación en Ucrania y el malvado Putin, ah, Piutin ubliudok, dice.

Al principio el señor se deshacía en gesticulaciones, intercalaba palabrejas en inglés, y se le escapaba una que otra en ucraniano. Entonces, a fin de facilitar las cosas, eché mano de mis reservas eslavas, y fue como abrir una compuerta a un toro furioso.

Ahora el señor sólo me habla en ucraniano.

La buena noticia es que hasta lo estoy entendiendo un poco.

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