La curiosidad irracional que, entre otras cosas, mató al gato.
O la irresistible, la que nos trajo hasta aquí, a los humanos.
La curiosidad terrible, esa pues, la que te toma por el brazo y te arrastra a lo oscuro, al borde, allá abajo o allá adentro.
O la que me hizo buscarle un nombre, morderte en silencio y lamerte los rincones.
La misma curiosidad, la que me hace escribir, y que es buena.
O la irresistible, la que nos trajo hasta aquí, a los humanos.
La curiosidad terrible, esa pues, la que te toma por el brazo y te arrastra a lo oscuro, al borde, allá abajo o allá adentro.
O la que me hizo buscarle un nombre, morderte en silencio y lamerte los rincones.
La misma curiosidad, la que me hace escribir, y que es buena.
Bienaventurado los curiosos!
ResponderEliminarJuana de Isla
A seguir cureosando ;-)
ResponderEliminarVero
La cocina de Vero