Ayer Shazam, esa aplicación
que busca, idenfica y trata de venderle a uno canciones, ha
tenido uno de sus mejores momentos.
Resulta que iba yo
manejando de regreso a casa y sintonizo una estación donde a esa
hora es posible escuchar buen jazz y, bam, coge lo tuyo, nada menos
que Van Van, en una estación de radio en NY, y entonces fue que se
me ocurrió poner a Shazam a escuchar y...
Formell, parece que, después de todo, elloh sí...
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