Hay arte en algunos grafitis y muchos son realmente impresionantes, pero la mayoría no es así. Aquí en Nueva York a los graffiteros los hierven en aceite y con leña verde y da resultado, pues en un área urbana tan extensa y compleja se ven pocos grafitis, y claro, depende siempre del vecindario.
En México era (es) horrible. Es incontenible el fenómeno pues, ademas de los que tienen esa necesidad de expresarse, como las que tiene mi hijo al tratar de pintar cualquier superficie, sólo que ellos no tienen 3 años de edad, están las bandas y su marcaje de terrotorio; en ese caso el grafiti sustituye a la meada de los mamíferos. Y tampoco son populares, la verdad, porque se ve feo.
El Sexto es un tipo pelú, contestario, jipango, una imagen por la que uno siente simpatía. Además, es valiente, y tiene los mismos adversarios que uno tiene, lo que lo convierte en aliado. Pero, ay!, está atentando contra el ornato público y eso le costaría, por ejemplo, aquí en NY, una pesada condena. O en México. O en cualquier parte donde se quiera mantener una imagen y entorno urbanos agradables. El Sexto se la puso fácil a sus captores.
Por otra parte, yo simpatizo con él, con su mensaje, lo quiero libre y sano, pero si El Sexto o cualquier otro numeral viene y me pinta la pared de mi casa, le caigo a pedradas.
El graffiti mal hecho, el graffiti de Chucho+Lola=Amor es una mierda. El graffiti de tipos como Bansky o El Sexto, es arte. Contestatario, atrevido, incorrecto y libre, como Dios manda.
ResponderEliminarAl parecer ya está libre, y me alegro muchísimo por él.
Yo ya tuve mi dosis de grafiti. Mi casa en México tiene un muro lateral extenso, inmaculado y por tanto, ideal para el grafiti. Y claro que alguien vino, un muchahcón del barrio, y puso algo asi como lo de Chucho y Lola.
ResponderEliminarY dale yo a raspar y pintar y a cazar al grafitero para recordarle la parentela...
Donde está la noticia de la liberación?
ResponderEliminarA ver que la busque...
ResponderEliminarPero igual, anda por Facebook así que preso no está.
ResponderEliminarhttp://elsextocuba.blogspot.com/
La sintaxis anda un poco a la maroma, pero se entiende el mensaje.
Si, lo leí. Y asi es, quizas pinta mejor que lo que escribe. Pero asi son nuestros héroes...
ResponderEliminarFíjate que yo debo admitir que el 99% de los graffitis me resultan espantosos, pero- siempre los peros- hay un 1% que vale demasiado la pena. Por lo demás valoro mucho que exista cierta violencia-simbólica- sobre el espacio público, que siempre sea un espacio que esté sujeto a expresar disconformidad y conflicto, porque lamentablemente, luego el espacio público puede llegar a ser un lugarcito perfecto donde parece que la vida es perfecta y más nada, con la visión de perfección de los que parecen perfectos. Es decir, al menos en esta ciudad, los anuncios del mercado pululan por todas partes y hay que comérselos con pan, a pesar de que a mi, no me gustan y desde el punto de vista estético, muchos me resultan escalofriantes. claro, que algunos pagan derechos a la municipalidad, pero también hay otros que lo hacen a través de privados y en definitiva, el cartel está ahí sobre el mismo espacio que supuestamente nos pertenece a todos y construimos todos.
ResponderEliminarEn México, el prd en su momento, aplicó una estrategia en la cual otorgó ciertas paredes a los graffiteros para que hicieran sus cosas, lo cual al final, muchos vieron como un atentado al movimiento graffitero en sí, porque de lo que se trata precisamente, es que sea una acción espontánea y no institucionalizada. Y bueno, el padre de una amiga, al que lo tenían harto con los graffitis, siguió la misma estrategia perredista y logró dar con los graffiteros del barrio y optó porque le pintaran un lindo mural en su pared del negocio.
Con respecto al Sexto, en Cuba hay millones de carteles estéticamente espantosos- porque no puede haber algo más feo en este mundo que esos viejos casi zombies en todas partes-. Y por demás, el espacio público, como lo único que tiene de público en Cuba es que la gente se amontona en él para esperar el camello, el Sexto, y ya no importa su calidad artística, no deja de ser un aliciente. Y lo otro es que cómo va ser posible que se lleven a un graffitero así como así; si les da por hacerse los legalistas, que le pongan una multa, pero no lada blanco metiendo a graffitero y un montón de días preso por poner una estrella.
De cualquier forma creo que si me pintan el muro de la casa, me emp…gar muchísimo , aunque ahí me pondría a pensar si me molesta más o menos que todo lo demás.
Es que al Sexto se lo llevan por su posición política, no por el grafiti. Con eso se la puso en bandeja a los esbirros.
ResponderEliminarY en lo de la polución visual con tanto cartel comercial (o de propaganda política) tienes mucha razón. Es el equivalente "legal" a los grafiteros.
Cuando yo llegué a México me impacto tanto cartel, sin un patrón, abigarrados, disonantes. En la ciudad donde vivía hay una calle conmuchos comercios y manejar por allí me resultaba hasta peligroso porque me ponía a ver los carteles, cosas de guajiro.
Y en época electoral, lo cual es casi siempre, peor...
Gracias a Dios que no tengo muro blanco que proteger... pero si se va a pasar la tabla que se pase pareja y arranque una jauria de ladas blancos a meter pa'dentro a cuanta persona este con regueton por encima de 20db, a cuanto cartelito que los demas no quieran ver por feos y cheos, a cuanta maestra ponga a gritar consignas a un niño a voz de cuello a las 7 de la mañana.
ResponderEliminarEl pollo del arroz con pollo es que al Sexto no lo metieron preso por lo que pintaba sino por el mensaje de lo que pintaba. Nosotros somos de una epoca en la que consideranmos que si no nos gustaba la sopa, lo mejor era salirse del plato. Pero estos chamas consideran que tienen ganado un espacio a fuerza de haberse jamado con papas el "periodo especial" desde que nacieron. Y lo estan reclamando como pueden. Y vio Dios que era bueno, diria la biblia.
oiga, por cierto, le dejé no 6 pero sí tres tacos y ná de ná.
ResponderEliminarFrente a casa de los viejos alla en Cuba hay un tipo que saca al portal dos bafles del tamaño mio, pone regetón a todo meter, con lo que atrae a los vagos habituales que entonces plantan una mesa de dominó las 24 horas. Oye, una vez, y coincidió con que yo llegaba de México ese día, cerró la calle y aquello parecía el carnaval del Malecón. Pero es socio de los policías.
ResponderEliminarPor otra parte el grado de obstinación y frustración de esos chamas es como el que yo y muchos de mi generación teníamos en Cuba. Claro, unos nos vamos, otros se resignan, y a este le dió por hacer grafitis... y hacerse famoso.
Además, me parecía más interesante y efectivo como un grafitero underground y misterioso que como nuevo heroe de la disidencia, sobre todo porque ahora, cada vez que meta un grafiti, va para adentro, asi que perdió su efectividad...
Oye, verdad que sí, que la orden es de 4 pero yo siempre me voy con 6, cosas de la piloná...
ResponderEliminaracabo de leer, que una brigada de acción rápida, ha repintado los graffitis del sexto EN 23 con pintura- tan ta ran tan tan- ROSADA. ay por dios, maricusa.
ResponderEliminarLo mejor que pudiera pasar es que surgieran muchos Sextos. Eso los pondría muy nerviosos...
ResponderEliminarni digas, que son capaces de sacar de sus tiendas controladas hasta los sprays (de hecho, no sé si se venden en Cuba)
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