sábado, 15 de octubre de 2011

1 comentario:

  1. Cada vez que veo ese gladiolo pienso en los que hoy tienen celular, entran a los hoteles y hasta que pueden vender croquetas hoy o tal vez comprarse un carro le deben a esos gladiolos. Asi como pienso en cuanto abogado negro en Johanesburgo sin saberlo se lo debe a un camagueyano desconocido que se murio en Cuito Cuanavale. La vida es de una ironia cruel que aterra...

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