Y, de nuevo, alguien que padece de monocromatismo.
Elaine Díaz es una periodista talentosa que tiene el privilegio de poder escribir en las redes sociales y compartir sus ideas. Y lo hace de la manera más contestataria que se puede ser en Cuba sin ser defenestrado. Y eso, yo digo, es inteligente, y ya es bastante, aunque obviamente no sea suficiente.
La periodista del NYT destaca que Elaine Díaz es oficialista, y que prefiere decir “cambiar para crear lo nuevo” y no “derribar el sistema y crear otro”. Se desespera obviamente ante el eufemismo, o queda perpleja porque Elaine habla de lo difícil que sería decir que Fidel Castro es un hijo de puta ególatra y mesiánico que ha descojonado la nación, la sociedad, la economía y la cubanía, aunque quizá ella lo dijera en términos que fueran publicables en el NYT.
Yo digo que Elaine Díaz es valiente, está caminado la cuerda floja, y está haciendo mucho más que otros en Cuba, y fuera de ella.
El problema quizá resida en que los términos medios sólo son buenos en los filetes.
Sin embargo, hay que respetar las opiniones ajenas, en primerísimo lugar, aunque a uno le parezcan insuficientes o equivocadas: esa es la libertad de pensamiento y expresión de la que los cubanos carecemos y que añoramos. Tan válidas son las declaraciones de ED, como las de la periodista del NYT, o las de Yoani Sánchez.
Y finalmente, nadie tiene derecho de exigirle a otro la inmolación. La necesidad de sobrevivir el día de hoy para luchar el de mañana es elemental, y todos, todos, lo hacemos de esa manera.
Le deseo toda la suerte a Elaine Díaz, y ojalá que mantenga su presencia en las redes sociales, soplo de frescura que se agradece.
Yo digo que Elaine Díaz es valiente, está caminado la cuerda floja, y está haciendo mucho más que otros en Cuba, y fuera de ella.
El problema quizá resida en que los términos medios sólo son buenos en los filetes.
Sin embargo, hay que respetar las opiniones ajenas, en primerísimo lugar, aunque a uno le parezcan insuficientes o equivocadas: esa es la libertad de pensamiento y expresión de la que los cubanos carecemos y que añoramos. Tan válidas son las declaraciones de ED, como las de la periodista del NYT, o las de Yoani Sánchez.
Y finalmente, nadie tiene derecho de exigirle a otro la inmolación. La necesidad de sobrevivir el día de hoy para luchar el de mañana es elemental, y todos, todos, lo hacemos de esa manera.
Le deseo toda la suerte a Elaine Díaz, y ojalá que mantenga su presencia en las redes sociales, soplo de frescura que se agradece.
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