miércoles, 13 de agosto de 2014

GPS al mediodía

Entonces, hablando de capitalismo, consumo y cosas defectuosas, el GPS que usa mi esposa se rompió.

Vamos, que teniendo en cuenta que un GPS uno lo usa a veces, digamos que tres o cuatro horas a la semana, tremenda mierda el GPS, pero en fin. Pero como yo soy listo cantidá, le había comprado un plan de protección por dos años en besbai.

Y para allá fui, y sin problema, me dice el chama que me atiende, le reponemos el GPS, escoja el que guste, no tiene que ser el mismo, y yo aprovecho y escojo uno que  tiene blutú, se comunica con el teléfono, se activa con la voz, tiene mas definición, y tiene como dos o tres cosas más buenísimas. 

Ese es definitivamente mucho mejor, me dice otro chama, el tecnicoso, con ese aire de perdonavidas-a ver-que-quiere-este-comemierda. Y uno con ganas de recordarle por-algo-tú-trabajas-aquí-y-yo-no, pero uno no es tan zoquete, vamos. Pero no me gusta que menosprecie al  piece-of-shit GPS defectuoso, oye, que fue bueno mientras duró. Pero tiene razón. Este es mejor.

Y entonces termino pagando una diferencia, que incluyendo el nuevo plan de protección por dos años, ya excede el doble del precio del GPS defectuoso, pero, ¡ah!, es a 6 meses sin intereses. Que buena compra, yo soy listo cantidá.

Y le explico entonces todo eso por teléfono a mi esposa, que me dice  “OK”, y termino entonces con un GPS que me lleva a las mismas direcciones que me llevaría el anterior, pero por más del doble del precio.

Y que viva el capitalismo.

2 comentarios: