Pienso, en esta mañana de jueves casi viernes, que los aturdidos que decidieron que un Peugeot en Cuba costara un cuarto de millón de dólares, lo hicieron aplicando la vieja máxima igualitarista de "Preferimos a todos los cubanos en guagua, que a uno en Peugeot"
Porque ya se sabe que, la idea del enriquecimiento, la prosperidad individual, y que uno tenga y disfrute mas que otro, son factores que provocan severa alergia en timoratos, demagogos y dirigentes cubanos, valgan todas las redundancias.
Claro, pienso también, en esta mañana buena para pensar, que ninguno de esa partida de singaos tuvo que pagar un cuarto de millón por el carro que maneja, ni se avergüenza por su vida muelle y privilegiada.
Propongo entonces que, a manera de redención, paguen lo que ahora cuestan esos carros que disfrutan. Y, que si no pueden hacerlo, pues que los devuelvan al pueblo, que los necesita para canjearlos por guaguas.
Igualitariamente, HENY.
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