viernes, 22 de octubre de 2010

Polvo en los ojos

Toda una tropa de ingenuos ve en la liberación de algunos presos políticos en Cuba una señal de cambio. Sin embargo, Obama no cayó en la trampa...

Ni yo tampoco. Todo eso me recuerda demasiado al Mariel, cuando le tendieron puente de oro (o más bien, de botes y barcos) a todo el que quiso irse.

Siendo cubano, creo interpretar el asunto correctamente: “Que se vayan pal carajo y no jodan más, así seguimos tranquilos aquí haciendo lo que nos da la gana...”

Sip, Obama está clarísimo...

1 comentario:

  1. Para los desterrados cualquier cosa es mejor que la prisión, de eso no hay dudas. Pero sacarse la piedra del zapato no es nuevo, ni democrático, ni prueba de lo buenito que es el clero ni la cabeza de un guanajo, por más que sea un guanajo cardenal.

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