La primera vez que leí sobre la banda, o cinta, de Möbius, fue en una novela rusa de ciencia ficción cuyo nombre no recuerdo, pero allí estaba el culto a la diosa Kali, un sacerdote fraudulento, los malos, los buenos, y un aparato que permitía que los sólidos se mezclaran sin interactuar, o algo así, y en el aparato estaba dicha cinta de Möbius.
Después, pues me la he encontrado en la ciencia, en la ciencia popular , en lo popular y, en todas partes, sigue siendo una figura geométrica fascinante.
Aquí, en otra de las maravillosas interacciones entre la música y la matemática.
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