“...y esa es una de las
diferencias con el resto de los países de América Central y del Sur:
la nación cubana, en lo fundamental, está compuesta por
descendientes de españoles o de africanos. Apenas hay presencia de
los nativos, los indios...”
“Ah, pero eso no lo
sabía”, me dice mi invitado, con profusión de ceceos en su acento
del norte español “que la isla no estaba poblada antes de la
llegada de los españoles...”
“Bueno, sí estaba
poblada, había nativos...”
“Ah, ¿y qué les pasó?”
Carraspeo, brevísima
pausa repleta de duda, y mirada intensa y admonitoria de la
Havanera...
“Los exterminaron...”,
digo al fin.
Otro carraspeo.
“Oye, pero que bueno este
vino, ¿eh?”
Y todos nos tomamos un
sorbo, unos pensando que las conversaciones tienen vida propia, otros
brindando en silencio por la memoria de taínos, guanatabeyes y
siboneyes, y otros que ya era hora de poner la carne en la
parrilla...
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