Ayer miraba
una foto que un amigo me proporcionó, y donde
aparezco. Allí soy 15 años más joven.
La miré con
curiosidad, con nostalgia, y con bastante envidia, al ver a aquel tipo de
pelo abundante y saludable, sin asomo de panza, sin ojos cansados,
con una sonrisita comemierda de quién piensa que ya, por fin, había
llegado, y que lo sabía todo.
Pero como hay cosas
que tienen remedio, dice Perugrullo, y otras que no, pues me voy a
aferrar a un dificilísimo propósito que va a llevar a sus límites
a mi quebradiza voluntad.
Tal própósito hace
palidecer a mi decisión de dejar atrás a mucha gente, cuanto dejé
Cuba.
Empequeñece a haber
dejado de fumar, lo que que ya casi cumple 10 años.
Minimiza el vivir en
esta latitud hostil, fría y gris.
Es un hito, un
decatlón, una piedra sisifal. Es el acabose.
Voy, entonces, a dejar de comer
pan.
Yo que pensaba pasarle una recetica de pan de la familia...
ResponderEliminarJdeIsla