lunes, 26 de enero de 2015

Para no perderse una Miss

Bueno, nunca me he sentado a ver una competencia de belleza tipo Miss Universo, cuyo solo nombre porta un delirio de grandeza sólo comparable a la frivolidad del evento.

Y debo aclarar que no es porque no me gusten las cosas frívolas, al contrario: las disfruto mucho, sobre todo si son caras, de calidad, exóticas y regaladas. Pero para ver mujeres bellas, vamos, veamos porno, y saltémonos los comerciales.

Pero a lo que voy.

He notado que hay un peculiar afán en tratar de hacer destacar el intelecto de las hermosas mujeres que aspiran a ser la más bella entre las bellas. Y, con ese propósito, el de hacer ver que hay cerebro bajo el espléndido cabello, les hacen preguntas, que van desde lo obvio hasta lo tonto, y que son respondidas, a veces, en la misma tesitura.

Y entonces, cuando la divina muchacha se rasca la cabeza, ríe confundida, y le pide a los terroristas que sean amorosos y pacíficos, o le recomienda mesura al calentamiento global, cunde el asombro y la decepción.

Alguna vez dije/escribí algo que, admito, es machista, sexista y sobre todo sincero: hay mujeres tan bellas que no se les puede pedir más; basta con que vayan al baño solas.

Entonces, si se quiere una mujer inteligente -que es una maravilla tener al lado una mujer tal-, pues comience por ahí. Si es, además, extraordinariamente bella, pues se sacó la lotería y no paga impuestos.

Pero, si es el caso de que le toca alguna Miss deliciosamente frívola, despistada, toda sonrisa, dientes, pelo y zalamería, pues no se desanime: asegúrese al menos de que la dama sepa cuál es la puerta del baño.

Y disfrute la velada.

1 comentario:

  1. https://www.youtube.com/watch?v=oDPCmmZifE8&x-yt-ts=1421914688&x-yt-cl=84503534#t=777

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