Yo, y lo digo a cada rato, soy fan de
los múltiplos de 5. Inclusive, me gustan más que los números
pares, lo que es mucho decir.
También he aprendido a apreciar la
mística de esta convención que es el balance y cuenta nueva cuando
termina un año y comienza otro. Suerte que tenemos los terrícolas
de poder celebrar esta transición, sideral, institucional y
personal, algunas decenas de veces en nuestras ridículamente cortas
vidas. En otros lugares, pues quizás ni siquiera conozcan las
fiestas de fin de año.
Celebren entonces, la vida, tal y como
les ha ido tocando, y como la hayan ido domando.
Sean felices, relájense, sean mejores, quieran a
los suyos, compartan lo bueno, perdonen a alguien y aprecien las
cosas pequeñas.
Les deseo que puedan hacerlo de esa
manera y además, por supuesto, que pasen una Feliz Navidad, o lo que
prefieran celebrar, y venturoso año 2015 que, como todos los años
de los optimistas, es el bueno.
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