El solar está alborota´o otra vez. Ahora es por la llegada a Miami de los raperos cubanos Los Aldeanos y Silvito el Libre.
Yo no escucho su música, pero he leído algunos de sus textos. Y son realmente contestatarios, hacen crítica dura, hacen preguntas al Gobierno de Cuba y no retóricas. Esos muchachos califican para ser encarcelados en Cuba por disidentes. Son, definitivamente, valientes. Pero...
Llegaron a Miami y ahora parecen seguidores de Ghandi, con un mantra de amistad , amor y paz. No está mal eso, digo, pero suena raro en boca de quien usa ese estilo agresivo y marginal, ese manoteo primitivo, esa imagen de chicos malos, ese “aguaje” copiado de los raperos norteamericanos. Adicionalmente, se han comportado como escolares agarrados en falta, tímidos, inhibidos, incapaces de dar una respuesta sólida y coherente a las inevitables preguntas de la prensa miamense...
Y no es que yo esté de acuerdo con ese clásico de esos periodistas de medio pelo, que lo único que quieren escuchar de alguien que viene de Cuba es “Abajo Fidel” pero a mi, que gusto decir que si algo parece, es, me “luce” que esos muchachos vienen con una cartilla leída acerca de los límites que no deben, no pueden rebasar.
O quizas, si no escucho a mi sana paranoia, puede ser que ellos sean de los que gustan resolver los problemas de su casa precisamente en casa y no en casa del vecino, lo cual estaría bien.
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