Los saurios cubanos se mueven en círculos, en lugar de hacerlo en espirales, como manda la dialéctica. Y parece que cada cierto número de revoluciones deciden que es hora de decir algo que parezca un cambio.
Durante 50 años esos “cambios” han tenido muchos nombres: rectificación de errores y tendencias negativas, hacer más con menos, consagración al trabajo, mercado libre campesino y/o trabajo por cuenta propia (de nuevo el término, porque si alguien dice “iniciativa privada”, va directo a la Inquisición...). Y los cubanos seguimos esperando; algunos, inclusive, creyendo. Vaya, que esta vez parece ser lo mismo de nuevo, un estertor en medio de la más profunda crisis, un amago de gatopardismo.
En fin, diría yo, la misma mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario