Quién diga que el trueque desapareció hace milenios con la llegada del dinero obviamente está desactualizado. El Dinosaurio estuvo usando ese mecanismo para cambiar azúcar y naranjas cubanas por petróleo soviético durante décadas.
Ahora el Máximo y el Mínimo líder deben estar de plácemes pues Chávez, en otra vuelta a la tuerca, está promoviendo una reforma económica socialista que incluye el trueque. Y por tanto ahora es el momento de partirle el brazo a Chávez y seguir en la misma onda, pero como ya se acabaron los médicos y maestros, llegó la hora de los botones forrados.
¡Arriba, cuentapropistas!
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