lunes, 3 de noviembre de 2014

Informante

Hoy recordaba cuando un funcionario de la embajada cubana, allende en aquel hermano país ex socialista, nos reunió a los estudiantes cubanos, y nos exigió que le suministráramos nombre, país y número de pasaporte de nuestros amigos estudiantes de terceros países.

Fue creo la primera vez que deliberada y claramente pensé que esa gente segurosa eran unos patanes, que “aquello” era una mierda, y que no les iba a decir ni siquiera el nombre de mis amigos ni un carajo.

Y lo pensé mientras, esa misma noche, en una fiesta de alguien por algo que no recuerdo, bebía cerveza y aguardiente con amigos “de terceros países”, que todavía hoy me honran con su amistad.  

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