Ayer, mientras esperaba en el carro a que mi esposa regresara de la oficina de correo, trataba yo de entretener a mi hijo. Encontré en el piso del carro un librillo de cuentos sobre Peter Pan y Wendy y comencé a leérselo, en una traducción instantánea del inglés al español.
No sé si fui muy aburrido o que en el libro había mucho texto y pocas imágenes, pero cuando iba por la segunda página mi hijo agarró el libro con sus manitas, lo cerró y dijo: “The end”.
A buen entendedor, pocas palabras.
Ah si, cuando quieren le pueden dar clases de pragmatismo a Peirce.
ResponderEliminarY de sinceridad, definitivamente
ResponderEliminarTa' gracioso lo del chama! Creo que pedía un iPad desesperadamente ;)
ResponderEliminar(Contáctame, por favor, en eltonodelavoz@gmail.com que no veo una dirección aquí a la que hacerlo. Gracias)
Asi es María, para la próxima empiezo con que un dragón se comió a Wendy y... Ya te contaré
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