Una amiga me envía
un video. “Ni sé quién
es este, pero parece que es famoso por
allá. Estamos perdidos”, es
la nota que acompaña al enlace.
“Allá” quiere
decir los Estados Unidos, pues mi amiga vive en Europa. “Allá”
es Miami, pues “acá” tales cosas se diluyen a tal punto que ni
la red social las salva.
“Maskvá slzam nie
verí”, es el título de aquella película soviética que se apartó
de las recurrentes historias sobre la Gran Guerra Patria y contó un
simple relato urbano que, por diferente, trascendió. Moscú no cree
en lágrimas entonces, pero Nueva York no cree ni en lágrimas, ni en
Moscú, ni en La Habana, ni en nada ni nadie, para el caso.
Y no definitivamente
en un regetonero, cubierto de tatuajes de mal gusto, con sombrerito
rumbero y lentes de sol, que es del Cerro, que compró tamaña casa
en 41 y 52, va a trabajar en su carro, canta en Europa y en
provincias, y que dice que es babalao. Como se dice por “acá”,
the whole package.
Nada diferencia, sin
embargo, a este muchachón de todos los que han visitado Miami antes
que él, y de los que vendrán después; vienen a por dinero, que
está aquí y no en provincias ni en Europa.
No tiene nada
interesante que decir el entrevistado -a no ser para los que gustan
de su “música” e imágen-, pero de alguna manera aterriza frente
a las cámaras de una televisora de “allá”, flanqueado por
Boncó, y donde unos entrevistadores panamericanos tratan, insisten, persisten, en
que el regetonero, que ya tiene carro, casa en Buenavista, fama
provincial y dinero para tatuarse, diga que en Cuba la cosa está
mala; que hable sobre la represión, sobre las Damas de Blanco; que
diga, repita, por el bien del rating, lo que todos saben. Que diga
que aquello es una mierda. "Pínchalo, coño, pincha a aquello". “Aquello”, que le da de comer.
Vamos a dejar
entonces al regetonero a su suerte. Al parecer, sabe qué no puede
decir, y a eso se ciñe.
Mejor vamos a
examinar de cerca estos asalariados del espectáculo. De tener
oportunidad me gustaría preguntarles qué creen de su programa, qué
creen de su televisora, qué creen de su propio nivel profesional; si
han visto sus caras de jauría hambreada, si practican esos
acusadores gestos de jueces infalibles, si es auténtica esa ira de
gente pura .
Me gustaría hacerle
tales preguntas, a ver si se atreven a decir que todo eso -el
programa, la televisora y su “entrevista”- es una porquería.
“Allá”,“acá” y “acullá”.
No es moral ni
decente pedirle a alguien que se inmole.
Ni a Elaine Díaz
con su proyecto de reportajes sobre desgracias y desgraciados, ni a
un regetonero que quiere vivir su casa y manejar su carro, ni a
quienes no escriben lo que hay que escribir, ni a los que callan
cuando se les pregunta.
Ni siquiera a esos,
que en aras de un rating, pierden un tiempo precioso, que pudieran
dedicar a entrevistar a sus productores y reclamarles por qué no
están, todos, en la frontera del El Paso, Laredo, en Ciudad Hidalgo
o Tapachula, siguiendo los azares de los cubanos que llegan a
oleadas, rastreando las rutas de los traficantes, entrevistando a las
Maras, a los coyotes, a la Policía Federal Mexicana.
“No estamos perdidos”, le respondería a mi amiga. No si alguna vez vemos a esos trabajadores del espectáculo -como hicieran los buenos reporteros y entrevistadores- tratar, insistir, persistir, preguntar a todos esos actores de nuestro drama étnico, y no a un regetonero ocasional, qué les parece “esto”, y no “aquello”.
“No estamos perdidos”, le respondería a mi amiga. No si alguna vez vemos a esos trabajadores del espectáculo -como hicieran los buenos reporteros y entrevistadores- tratar, insistir, persistir, preguntar a todos esos actores de nuestro drama étnico, y no a un regetonero ocasional, qué les parece “esto”, y no “aquello”.
¡Un paquete de calidad, sin dudas, jejeje! Typical, tropical...Pero ¿quién es el regatonera babalao y miramarense?
ResponderEliminarTere, es una entrevista que le hicieron a ese regetonero en una tv-sora de Maiami. Olvidé poner el link y ahora no lo encuentro :/
EliminarAcá, Allá...¿y dónde dejamos a Acullá?
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