The Byrds, en su momento, tomaron el "Todo tiene su tiempo", del Eclesiastés, y crearon un icono sesentero. Texto que, por cierto, le escuché por primera vez a Carlos Rafael Rodríguez, doblemente significativo porque lo declamó públicamente en una Cuba que, por ese entonces, era oficial y rabiosamente atea.
Pero después vino Pablo Milanés y le puso música mágica a un texto imposible de Cesar Vallejo, y creó otro ícono, este de genialidad musical.
Aqui dejo los dos, para regresar a ellos de vez en cuando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario