Los deseos tienden a
cumplirse de formas extrañas, sobre todo cuando, en esencia, no se
cumplen. Veamos:
Abajo Fidel, y entonces
arriba Raúl.
Está bien, abajo los
Castro... pero quedan todos los demás.
Libertad para viajar, pero
no hay adonde ir, pues nadie nos quiere.
Libertad para entrar a los
hoteles, y no hay quién pueda pagarlos.
Internet para todos, pero el precio es prohibitivo.
Libertad de expresión,
pero pocos saben qué y cómo decir.
Democracia ahora, pero no
hay por quién votar.
Libertad para vender casas y carros, y ya se vendieron todos los que se iban a vender.
Yo quiero cuando me muera,
sin Patria pero sin amo, y así es, te mueres sin Patria, sin amo o
con ellos, pero te mueres.
Libertad en la economía,
y se vende pan con croqueta.
Libertad para Cuba...
¿Y qué viene después?
No hay comentarios:
Publicar un comentario