jueves, 10 de octubre de 2013

Memorias de un caballero medieval

Los caballeros medievales son realmente el arquetipo de la nobleza y la hombría. Tal es así que la palabra caballerosidad les pertenece, sin discusión, como denominación de orígen.

Precisamente esa caballerosidad los llevaba a lanzarse tras una mano que agitaba lánguidamente un pañuelo, tras una silueta apenas vista en lontananza, diminuta imágen distante, tras fosos, murallas y dragones; allá, en lo más alto de la más alta torre, había una dondella que necesitaba ser rescatada.

Y, cuando al fin vencían todos los terribles obstáculos, después de haber apostado su vida en un rescate que parecía imposible, llegaban a aquella recámara remota, y se lanzaban a los pies de su rescatada, levantaban la vista... y allí estaba la mujer más fea del reino.

Es probable que la frase “está para los cocodrilos” se haya originado por entonces, cuando una que otra damisela fuera lanzada al foso, repleto este de esos hambrientos reptiles.

Pero no siempre fue este el caso, y resulta que un caballero desmemoriado, olvidando que los caballeros no tienen memoria, dejó constancia de su primer atisbo de su doncella.

Y yo he obtenido ese material de archivo, el cual coloco aquí, como tributo a la caballerosidad.



2 comentarios:

  1. Me encanta el detalle del escobillón, que medieval no será pero robusto sí que se ve. Además, princesa hacendosa vale por dos.

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