jueves, 3 de mayo de 2012

Que triste es la vida de un bloguero... en Cuba


Hace algun tiempo vengo ojeando a los muchachos que escriben en Havana Times, a Elaine Díaz y a alguno que otro que, de alguna manera, parecen ser la nueva izquierda cubana, que no por ser nueva es muy diferente del dinosauriato pero bueno, de dos males, el menor.

Y dentro de ese potaje me llama la atención el “movimiento” de blogueros, hasta encuentro acaban de tener, en la mejor tradición de organizar a los vasallos en grupos controlados y yo controlo a todos los grupos, diría el Dinosaurio, o sea, One ring to rule them all, vaya, que uno llegaría a pensar que el Dinosaurio en sus tiempos leyó a Tolkien y de ahí sacó sus ideas... si no fuera porque Hitler en su momento ya las había puesto en práctica y con mucho éxito.

De tal manera ya se tenían a los pioneros, a las mujeres, a los vecinos, a los que cursan grados medios, a los universitarios, a los jovenes comunistas, a los adultos comunistas, a los campesinos, a los que trabajan en un mismo lugar, en fin, a todos agrupaditos en organizaciones, y ahora parece es el turno de los cuasi díscolos blogueros. ¿Tendremos pronto una UBC, Unión de Blogueros de Cuba? No lo dudo ni por un instante.

Y es de risa ver como algo que es inherentemente libre, es decir, Internet y la interacción de las personas con la red, es inmediatamente tomado por asalto por oficialistas y represores y se crean limitaciones, regulaciones, declaraciones y mierda y media.

Hasta un lamentable y ridículo Goebbels ha surgido como portavoz del Dinosaurio, una entidad que se hace llamar Yohandri y que debe estar compuesta por un grupo de obsoletos y mohosos ideólogos que escriben cosas como esta:

...si ser oficialista es defender la Revolución y el Socialismo -aunque sepamos que hay que mejorar muchas cosas-, entonces, yo lo soy, y con orgullo...”. Firma, Yohandri. Ya escribía yo hace unos días que parece que uno de los problemas del Dinosauriato es la falta de demagogos con demagogia fresca.

Yo siento que dentro de ese grupo de blogueros insulares y/o oficialistas debe haber gente con pensamiento realmente renovador, con un honesto deseo de cambio y con tremendas ganas de decir y gritar. Pero entiendo también que pocos están dispuestos a inmolarse.

Y todo ello me hace sentir feliz como lombriz de estar sentado frente a mi computadora, libre y liberado, y poder escribir, ver, mirar y disfrutar lo que quiero y me gusta y no hay quién me lo coarte o impida.

Y feliz, además, de no pertenecer a nadie, rediez, que rico.

4 comentarios:

  1. Havanero, cada quien tiene una jaula personal ¿o no? Los discursos aquí o allá de acuerdo con la razón que se atribuye cada quien. Lo cierto es que allá la gente le da vueltas al parloteo, lo adornan o dirigen con sutilezas y giritos que parece que dicen pero no dicen nada. Tanto los que se dicen Voces o los que sugieren "Polémicas", cada quien en su comparsa personal sacando ventajas de su espacio virtual para propósitos que sólo ellos saben. Fingimiento, exageraciones, composición dramática, varias asignaturas que las carencias, supongo, les ha obligado a aprobar. Acá al menos yo, choco con otras rejas, en México hay que publicar con cuidado, decir poco de uno y estar atento a la respiración en el hombro.

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  2. Si, yo creo que cada castillo tiene sus fantasmas, pero lo de allá, oye, los de allá se las traen...

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  3. "Y todo ello me hace sentir feliz como lombriz de estar sentado frente a mi computadora, libre y liberado, y poder escribir, ver, mirar y disfrutar lo que quiero y me gusta y no hay quién me lo coarte o impida."

    Nico, ese párrafo te quedó cuqui! ;))

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  4. Oye Mireya, que aunque no suene bonito, tan sólo por eso valdría la pena emigrar...

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