Eso del trabajo creador y glorioso es
opio, borraja, polvo en los ojos, doctrina
comuñanga, bobería, muela bizca. No hay tal cosa, pues
creador y glorioso es, por ejemplo, hacer un hijo o cocinar un suffle
de queso, y no ir al mismo lugar todos los días a hacer las mismas
cosas y a saludar a un grupo de desconocidos.
Y es que está eso
que es el trabajo, el que hacemos nosotros,
los robotnitci, los que Čapek bautizó
acertadamente como
robots, y lo demás, lo que siempre debiera ser, lo que se hace por
diversión, placer y satisfacción personal, y que si además lo
pagan que más se puede pedir.
Así pues, feliz día
a los esclavos asalariados, roboti que somos todos.
Y a darle a los
pedales...
Oye, y mi comentario?? :(
ResponderEliminarNo sé, yo no fui...
ResponderEliminar