miércoles, 2 de mayo de 2012

Los que se van


Mira que llevo rato dando vueltas en la güeb, desde los tiempos de los foros de palo en los 90 hasta estos tiempos twiterianos y feisbuquianos.

Mi primer blog lo abrí ya hastiado de los foros, y me asustó el eco que resultaba de mis monólogos. Debe haber estado aquel blog quizas entre la primera centena de blogs hechos por cubanos y/o sobre el tema cubano, según la lista que compilara Algodar en Blogs sobre Cuba. Después abrí un par más, efímeros, y por ahí andan todos acumulando polvo, pues de olvidarlos se me olvidaron los passwords y nombres de usuario.

Y aun después de tanto tiempo, según la misma lista, sólo hay 1215 blogs por y sobre cubanos. Esa sería la contribución a la blogósfera de los 13 millones de cubanos que hay en el planeta: 1215 blogs.

Y como en toda población dinámica, algunos ya perecieron. He visto desaparecer o desactivarse a unos cuantos, el de Camilo Egaña, el de Juan sin Nada y más recientemente el del Pequeño Hermano, por mencionar algunos que visitaba.

Pero hay dos que realmente extraño: el del Yoyo, un tipo bueno para narrar donde los haya y el de una muchacha llamada Tania, cuya pista perdí, y de la cual desgraciadamente sólo conservo lo que sigue, que no me canso de leer:

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Si mi padre me recordara, le diría lo bien que me suena su nombre, Sergio Oscar, le contara como me va la vida que me dio, le pidiera que me hiciera compañía por un tiempo.

Si mi viejo se acordara de mí! Cuando era pequeña, que grande me parecía mi papá, ahora sé que es porque que era grande. Quisiera preguntarle como fue que crió once hijos sin propinar una nalgada?, Como resistía trabajar de día en su trabajo, de noche en el central, sin apenas llegar a los 60 kg? Le pediría perdón por la preocupación que pude darle, por haber sido diferente a mis hermanas, por haberme ido sin llevarlo.

Cuando nos despedimos, el casi estaba ausente. Me miraba con ojitos preocupados, no sabía quien era aquella que se ahogaba en lágrimas, que lo abrazaba. Sólo estuve segura de que era el mismo padre de mi infancia, cuando le pedí un beso y él preocupado, se removió los bolsillos, encontró un peso y me lo puso, satisfecho, en la mano. Ese era mi papá, perdido, pero preocupado.

Si me dieran un deseo, pediría que mi padre se acordara de mí...y le enseñara el peso que hace 12 años me dio y anda conmigo, como el beso que se olvidó de dar.



7 comentarios:

  1. la perla del sur2 de mayo de 2012, 13:39

    Habanero tu no porfa yo ley al Yoyo el primer dia todas sus entradas en una noche pero ya lo mio com tigo y ka gurdaraya y de amor y guerra femenina es mi dia a dia es como una familia que me da fuersas para seguir hay dias que rio y otos como hoy que me haces yorar yo cuando deje a mi padre el dia que sali de cuba me desgare mi vida y en ustedes como que intuyo un dolor muy presido y perdona mi teque pero tu lucha hasta el final

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  2. No mi querida Perla, yo soy de los que botan por que no se van, asi que aqui estaré por un buen rato,

    un beso

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  3. la perla del sur2 de mayo de 2012, 14:04

    Havanero un beso para ti y que un dia no muy lejano podamos opinar com nombre y ape y que ese amor por la famia nos pone un tapon en la garganta havanero me gustaria tu opinion de la tan pujada reforma migatoria

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  4. Oye, pues la verdad es que no sé que pensar todavía.

    Primero, porque no sé a ciencia cierta que van a incluir en la reforma y segundo porque las demoras en su implementación me ponen paranoico.

    Pero en cuanto salga, la hacemos trizas por acá...

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  5. Al blog del Yoyo yo agregaria Mi Isla al Mediodia (del cubano de la isla), ambos geniales, el primero completamente perdido y el segundo detenido en el tiempo. Gracias por compensar un poco estas ausencias.

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  6. No hombre, gracias a ti por pasar por aca. Y totalmente de acuerdo, me gustan las crónicas de Mi Isla al Mediodía.

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