miércoles, 29 de mayo de 2013

Camaroncito duro, sácame del apuro

Los deseos tienden a cumplirse de formas extrañas, sobre todo cuando, en esencia, no se cumplen. Veamos:

Abajo Fidel, y entonces arriba Raúl.
Está bien, abajo los Castro... pero quedan todos los demás.
Libertad para viajar, pero no hay adonde ir, pues nadie nos quiere.
Libertad para entrar a los hoteles, y no hay quién pueda pagarlos.
Internet para todos, pero el precio es prohibitivo.
Libertad de expresión, pero pocos saben qué y cómo decir.
Democracia ahora, pero no hay por quién votar.
Libertad para vender casas y carros, y ya se vendieron todos los que se iban a vender.
Yo quiero cuando me muera, sin Patria pero sin amo, y así es, te mueres sin Patria, sin amo o con ellos, pero te mueres.
Libertad en la economía, y se vende pan con croqueta.



Libertad para Cuba...

¿Y qué viene después?

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