Debo admitir que me dejó sin palabras la idea, ingeniosa, simbólica, sorprendente. Y de resultas, pues ya tenemos entonces un nuevo símbolo de la disidencia: un cucurucho de maní tostado.
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miércoles, 30 de marzo de 2011
Maní pa´cogerlo vivo...
Debo admitir que me dejó sin palabras la idea, ingeniosa, simbólica, sorprendente. Y de resultas, pues ya tenemos entonces un nuevo símbolo de la disidencia: un cucurucho de maní tostado.
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A mi me parecio genial la idea, y la alegoria, la verdad sea dicha. Me recuerda el dia que ligue una jevita regalandole una naranja que habia sido flor (tronco'e muela que hubo que bajar..pero bueno)...
ResponderEliminarA mi también.
ResponderEliminarY eso de la naranja está volao, va y un dia lo uso... Claro, también se pudiera usar un aguacate, pero suena mejor flor de azahar que flor de aguacate.
Plena Habana de los 90, verano caluroso y aparece por la esquina la jevita que le estaba cayendo atras y solo tenia una naranja...La ocasion y la calvicie, tu sabes como es eso..
ResponderEliminarSip, el Periodo Especial, terrible.
ResponderEliminarLa verdad es que tú fuiste muy original. Yo, por la misma epoca, le pinté una flor en un papel a una muchacha. No fue demoledor ni impactante, pero sonrió...
Es reconfortante saber que no era la única loca que apreciaba regalos estrafalarios ni mis pretendientes los únicos locos en hacerlos. He de contárselo a mi madre.
ResponderEliminarPero aqui hay que decir que te regalaron, dilo, dilo!!!
ResponderEliminarEn serio? De todo. Poemas en hojas de yagruma, collarines con mini-unicornios tallados, fotocopias de libros, una mariposa, el broche medio oxidado de una abuela...
ResponderEliminarDe todo, digo.