EL SUPOSITORIO
Son las 2:00 am. Venancio tiene temperatura alta y su amigo, Juan, le dice:
- Hay que hablarle a Paco, él siempre sabe qué hacer.Marcan el número y contesta Paco, medio dormido:
- ¿Bueno?
- Paco. . . Soy Juan. Fíjate que Venancio tiene alta temperatura y no sabemos qué hacer.
- Dile que se compre unos supositorios.
Paco cuelga.
Juan le dice a Venancio:
- Dice Paco que te compre unos supositorios.
- ¿Y dónde los vamos a comprar?, pregunta Venancio. Y vuelven a llamar a Paco.
- ¿Bueno?
- Fíjate, Paco, que no sabemos donde comprar los supositorios.
- ¡Coño, pues en la farmacia!', y cuelga algo enojado.
- ¿Me da unos supositorios por favor?.
- ¿Para niño o para adulto?, pregunta el boticario. Se miran los dos amigos y dicen: Hay que hablarle a Paco.
- Mira, Paco, no sabemos si comprar los supositorios para adulto o para niño.
- Imbécil, ¿qué es Venancio? ¿Un adulto o un niño?
- Pues un adulto.
- ¡Carajo, pues cómprale los de adultos!
Compran los supositorios y se van a casa. Y cuando ven el supositorio,se empiezan a preguntar:
- Bueno, ¿y ésto qué? ¿se toma, se unta, se mastica o qué? Hay que hablarle a Paco.
- ¡Bueno!
- Paco, es que ya compramos los supositorios pero no sabemos si se untan, se mastican o que…
- ¡Me cago en diez! Dile a Venancio que se los meta por el culo! Y cuelga.
- Venancio, pues yo creo que mejor te lo tomas con un vaso de agua porque Paco ya se encabronó.
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