Raúl Castro
acaba de anunciar oficialmente su nuevo
descubrimiento: la sociedad cubana contemporánea
es inculta, maleducada, regetonera y llena de mierda de perro. Pero
esta vez hizo gala de pudor y no le echó la culpa a los Estados
Unidos. Estamos progresando.
…......................
Alguien me dice que
el atentado de Boston fue orquestado por los rusos para enemistar a
los EEUU y a Chechenia. Sigue la mierda de perro haciendo estragos...
…......................
“Agenciahavanaturcubatuuunnr...”
Algo así es lo que una señora responde en la agencia con la cual
hay que confirmar que vas a usar el pasaje de regreso a los Estados
Unidos, y lo hace con voz abúlica, nasal, despojada de cualquier vestigio de
amabilidad.
“Buenos días, llamo para confirmar el vuelo tal y tal
este miércoles, por favor”, le digo. “Pero que día es mijito,
mira en el boleto”, me responde la señora y yo, malacostumbrado
que estoy a tratar con personas decentes, no tengo más remedio que
decirle, ”Oye chica, ¿y tú no tienes un calendario?” Después,
como dijera Heráclito de Efesos, pues todo fluye.
…........................
El portero en el
aeropuerto José Martí me pregunta si voy a a salir de nuevo, una
vez haya chequeado el equipaje y pagado el impuesto por el uso de las
instalaciones, que son 25 CUC. Si, le digo, “Entonces cuando salgas
me das algo...”, me dice, sin sonreir, sin un guiño de
complicidad, ni siquiera se sonroja.
Adentro, empleados
de aduana, oficinistas varios, y una señora uniformada que está
afuera del baño, me asedian para que les venda CUC. Esta última me
recrimina que no le dí propina después de mear, eso sí, con
simpatía y donaire (la recriminación, no la meada). Por un momento considero reunir al portero y a
la señora para que intercambien experiencias sobre relaciones
públicas.
Adentro aun, cinco
personas con caras de lunes por la mañana, detrás de un mostrador
de una minicafetería, y nadie me atiende. Suspiro y regreso con mi
familia que me espera en la olla de presión de ese dia nublado. El
portero me mira con ojos de pescado fuera de frio, y me parece que
esta vez sí se sonroja, pero por la frustración de no recibir
“algo”
…........................
¿Para qué quiere
alguien un Iphone en plena Habana, por no mencionar las afueras?
Especulación, me dicen.
…........................
Una mujer habla en
el televisor con un sonsonete optimista que recuerda la voz que te
dice en los aviones que todo va a estar bien en caso que te desplomes
en medio del oceano, siempre que te pongas el salvavidas.
Y así, sonriendo y
también sin sonrojarse, aunque es difícil apreciar eso, pues la
muchacha es mulata y la señal trae mucha “llovizna”, así, tan
sólo así, ella anuncia que “el compañero Guamá fue asesinado
por su hermano por haberlo sorprendido con su esposa, es decir, su
cuñada”
Y cierra el programa
con imágenes de unos taínos, con cara de carabalíes, pescando,
cocinando casabe y bailando areito. Como si no bastara con la
llovizna, la imágen es añejada con rayones e imperfecciones que
recuerdan las películas silentes. La música de fondo, un guaguancó.
Pero la imagen que
perdura en mi mente es una taína encuera que sale corriendo por la
ventana del bohío, mientras el esposo, hermano de Guamá, empala a este
último con una coa, gritando “¡Indio singao!”
Y entre el guaguancó y las
carcajadas, se escucha la voz del sentido común de mi padre, al cual
tanto absurdo ya no asombra: “¿Y cómo se habrán enterado de ese
chisme, tú?”
Quedo entonces a la espera de más noticias sobre las interioridades de las vidas de Hatuey, Guarina, Diego Velazquez y Pepe Antonio.
Quedo entonces a la espera de más noticias sobre las interioridades de las vidas de Hatuey, Guarina, Diego Velazquez y Pepe Antonio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario