Las cosas de este país... Unos vecinos protestan porque les molesta el olor del bacon de un restaurante cercano, y el departamento de salud de la ciudad clausuró el restaurante.
Claro, que aquí nadie se queda dado, y ahora hay todo un movimiento ciudadano en pro de la reapertura del restaurant. Hasta las páginas del Wall Street Journal ha llegado el asunto.
Aprovecho la ocasión, y le estoy escribiendo a mi papá para que proteste por la perenne pila de basura que hay en la esquina de su casa allá en La Habana, por la mierda de perro y las ratas. Uno nunca sabe...
PD: Por cierto, ¿a quién le molesta el olor del bacon frito? Hasta los judíos que conozco lo encuentran delicioso
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