viernes, 19 de julio de 2013

Pedro de la Edad de Piedra

A propósito del artículo publicado en Granma por el señor Pedro de la Hoz, y dejando a un lado cuestiones de estilo y densidad, pienso que ese texto es un ejemplo vivo de las anclas que mantienen a Cuba varada en algún lugar de los años sesenta.

Es esa la típica actitud que tiene el que, por no ver a alguien en Mercedes Benz, prefiere a todos en bicicleta. Es la filosofía igualitarista que propugna la repartición de la miseria, pues no sabe crear riqueza.

Si, en lugar de Pedro de la Hoz, la nota hubiera sido escrita por otro tipo de Pedro, quizá se leería algo así:

“Por fin, después de más de medio siglo de penurias, una manifestación del surgimiento de una próspera clase media, si bien aun escasa y tímida, es la mejora de la calidad de vida de muchas familias cubanas, cuyos ingresos les permiten alimentar mejor a sus hijos y a sí mismos, y acceder a mejores y más variados productos de primera necesidad.

Nuestro gobierno revolucionario debe poner como su primera meta la generalización de esa mejora de vida, y extenderla a toda la población, pues la principal razón de ser de un gobierno es el bienestar de sus ciudadanos. Nuestra consigna debe ser “Con el pan con jamón, salvaremos la revolución”

Y todo quedaría "dentro de los límites de la revolución"



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