Si fue una decisión
soberana y transparente la de reparar esos cacharros, ¿por qué el
misterio?
Si todos los servicios de
inteligencia de Occidente están al tanto del armamento que Cuba
tiene, ¿por qué el misterio?
Si los cacharros son
obsoletos, y lejos de ser armas estratégicas, ¿por qué el misterio?
Si son obsoletos, ¿para
qué repararlos?
Si se requiere reparación,
¿por qué usar los servicios de Corea del Norte?
¿Por qué el barco navegó
todo el tiempo con el servicio de localización apagado?
¿Por qué usar un barco
que ya estaba en la mira de los servicios de inteligencia por haber
transportado drogas y armas en el pasado?
¿Por qué tanta torpeza
de todo tipo: en la operación, en política, en pensamiento
estratégico y regional?
Yo espero entonces que los pinos
nuevos del periodismo cubano hagan estas y otras preguntas en sus
flamantes blogs al ministro de las FAR y al general presidente,
claro, dentro de los límites de la revolución.
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