Lo que habla de que no debe ser muy pintor, pintor; que los "de a de veras" (como dicen en el lugar donde no cuidan los naranjos) sacan el tiempo, el lienzo y la pintura de abajo de la tierra. (y yo sigo esperando por la chica de los dedos sucios; y mientras me pregunto cómo no me di cuenta tantos años que alguien podía considerar que mis dedos estaban sucios)
Oye, lo que debe estar sacando de la pintura es un melón, como dicen en la tierra donde no cuidan nada.
Te prometo el relato de esa noche de concierto, aunque la chica de dedos sucios (o mas bien, amoratados por el frio) fue sólo un encuentro de 30 segundos, asi que de antemano se que te vas a decepcionar.
Oye, pero no es que tuvieras gravilla entre los dedos: es esa "prietud" que se se va acumulando por el sol que tuesta y el polvillo gris que va entrando en los poros y bajo las uñas, son esas marcas mas claras bajo las correas que contrastan con la piel mas oscura. Es, en definitiva, lo que llamamos "pie de chancletera"...
No, no. Oye, Charli, no lo enredes, chica. La de los pies amoratados es la muchacha que vi en el C. Marx. La de los pies de chancletera me temo que son unas muchachas que usaban mucha chancleta alla en Cuba...
Lo que habla de que no debe ser muy pintor, pintor; que los "de a de veras" (como dicen en el lugar donde no cuidan los naranjos) sacan el tiempo, el lienzo y la pintura de abajo de la tierra.
ResponderEliminar(y yo sigo esperando por la chica de los dedos sucios; y mientras me pregunto cómo no me di cuenta tantos años que alguien podía considerar que mis dedos estaban sucios)
Oye, lo que debe estar sacando de la pintura es un melón, como dicen en la tierra donde no cuidan nada.
ResponderEliminarTe prometo el relato de esa noche de concierto, aunque la chica de dedos sucios (o mas bien, amoratados por el frio) fue sólo un encuentro de 30 segundos, asi que de antemano se que te vas a decepcionar.
ja ja ja, no te eches pa atrás que nos has llamado dedos sucios.
ResponderEliminarCharlene, ¿tu no sentías tus dedos sucios tras chancletear la Habana?
pues no, la verdad. Y en verano, cuando chancleteo acá, tampoco.
ResponderEliminarOye, pero no es que tuvieras gravilla entre los dedos: es esa "prietud" que se se va acumulando por el sol que tuesta y el polvillo gris que va entrando en los poros y bajo las uñas, son esas marcas mas claras bajo las correas que contrastan con la piel mas oscura. Es, en definitiva, lo que llamamos "pie de chancletera"...
ResponderEliminarno que los dedos estaban amoratados de frío? Yo me había quedado en esa imagen poética.
ResponderEliminarNo, no. Oye, Charli, no lo enredes, chica. La de los pies amoratados es la muchacha que vi en el C. Marx. La de los pies de chancletera me temo que son unas muchachas que usaban mucha chancleta alla en Cuba...
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