martes, 10 de abril de 2012

Reflexión

Si alguien en Cuba expresa admiración por, digamos, Estados Unidos, es repudiado por vendido y rayadillo.

Si alguien en Miami expresa admiración por Fidel Castro, es repudiado por fidelista.

En ambos casos los repudiadores son cubanos.

Vamos bien... jodidos.

6 comentarios:

  1. Ahí le has dao...¡La libertad de expresión no existe!

    ResponderEliminar
  2. La libertad no existe. Existen sogas más largas que otras eso es todo.

    ResponderEliminar
  3. Fijate que yo creo que sí existe. Uno es libre de usarla... y enfrentar las consecuencias. Lo que ocurr es que la libertad de expresión pierde la pelea con la estupidez y la intolerancia. Es uno contra dos, vaya.

    ResponderEliminar
  4. Intolerancia, esa es la palabra. No quiero ni ver las noticias de la verguenza ajena por el circo que se montan estos.

    ResponderEliminar
  5. Pensándolo mejor, la libertad se acaba donde comienza el dinero. Ese asunto del entrenador de los Marlins tiene todo que ver con la popularidad del equipo y sus ganancias y nada con una posición de principios

    ResponderEliminar
  6. Este asunto tiene como 7 patas, y todas peludas. El tipo, in a wonderful world, tendria todo el derecho de adorar a Tamakun si quisiera. Independientemente de la traduccion, que yo personalmente creo fue decisiva en la valoracion, tiene ese derecho.
    Ahora bien, el es parte de un negocio, o circo segun se le mire, y ese circo tiene un libreto y unos clientes que son los que pagan las entradas. Ahi entra en juego el impacto negativo, comercialmente hablando, de la cosa. Que lo tiene. Y ya le tenia guardada la famosa I Love Chavez del 2005.
    Pero el que sale mas mal parado es el respeto de "nuestra" comunidad a algo tan sagrado como la 1ra enmienda..que olimpicamente ha sido ignorada por nuestrso fervorosos y bullangueros compatriotas.

    ResponderEliminar