Leía días atrás un comentario muy interesante acerca de, digamos, el estado del alma de
la nación cubana. Y es aterradoramente verídico y aplastante leer
que el alma de la nación cubana está enferma. Están y estamos
enfermos, aquellos de mansedumbre y embotamiento, nosotros de
nostalgia, de frustración, intoxicados por la verborrea cotidiana.
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Me gustaban las guayaberas
blancas, blancas que hirieran la vista, y pantalón, ambos de lino,
con mocasines, sin medias, y algo fresco, alimonado y alcohólico en
mano, conversando la tarde, viendo a la gente. Ahora ya no, la
secuestraron los ancianos que detentan el poder en Cuba y ahora es
símbolo de oficialidad, que mierda. Ya no la vestiré hasta que no
desaparezcan los Dinosaurios.
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Algo parecido me ha pasado
con un conjunto deportivo que me regalaron allá en Cuba. De
excelente hechura, marca Adidas y con la palabra Cuba en la espalda
de la chaqueta. Así es, del mismo tipo que el Tiranosaurio ha estado
usando para ocultar la colostomía. Regalé la chaqueta y conservo
los pantalones, todavía anónimos, por suerte.
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Que mierda de Papa
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Veía a esa chiquilla deliciosa que vino de Chile y que, arrastrada por su pasión, equivocó el rumbo. Como la paloma, creyó que Norte era Sur y se equivocaba. Con todo el respeto que merece, regrésese pues al Sur y siga en lo suyo, que acá más al Norte ya sobran palomas.
Nota al margen: ¿Qué tiempo le lleva a un izquierdoso ingenuo convertirse en clase media pragmática? Y si no se convierte, ¿en qué se convierte? Fea
palabra la que se me ocurre.
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Y siguiendo una recomendación le eché una mirada a este reportaje, donde a un
ridículo señor llamado Esteban Morales se le corta el
aliento cuando la periodista le pregunta si los cubanos están
preparados para el capitalismo y el señor, cuando se recupera, le
responde que cuando los cubanos piensan en cambios, no piensan en
capitalismo. Como me jode la gente que se abroga el derecho a hablar
a nombre de una nación y que, encima, habla mierda.
Camila es lo que es: una militante comunista. Y ellos repiten lo que ella repite todo el tiempo. Por suerte, no son el movimiento. Y por suerte, serán muy comunistas, pero saben que como no son los que mandan y aquí hay, buena o mala, una democracia, tienen que callarse las bocas muchas veces. esto es un gran error, no sé si porque la líder fue ingenua o porque la jerarquía pc está tan perdida en rumbo que ni para hacer cálculos simples les da la cabeza. Lo único que hizo fue joder al movimiento estudiantil, que es bastante variopinto.
ResponderEliminar¿Por qué fracasa el Socialismo?
ResponderEliminarUn reconocido profesor de economía de la Universidad norteamericana Texas Tech alegó que él nunca había suspendido a uno de sus estudiantes pero que, en una ocasión, tuvo que suspender la clase entera.
Cuenta que esa clase le insistió que el socialismo sí funcionaba, que en éste sistema no existían ni pobres ni ricos, sino una total igualdad.
El profesor les propuso a sus alumnos hacer un experimento en clase sobre el socialismo: Todas las notas iban a ser promediadas y a todos los estudiantes se les asignaría la misma nota de forma que nadie sería suspendido y nadie sacaría una A (excelente).
Después del primer examen, las notas fueron promediadas y todos los estudiantes sacaron B. Los estudiantes que se habían preparado muy bien estaban molestos y los estudiantes que estudiaron poco estaban contentos.
Pero, cuando presentaron el segundo examen, los estudiantes que estudiaron poco estudiaron aún menos, y los estudiantes que habían estudiado duro decidieron no trabajar tan duro ya que no iban a lograr obtener una A; y, así, también estudiaron menos. ¡El promedio del segundo examen fue D! Nadie estuvo contento.
Pero cuando se llevó a cabo el tercer examen, toda la clase sacó F: ¡suspensos a todos!
Las notas nunca mejoraron. Los estudiantes empezaron a pelear entre si, culpándose los unos a los otros por las malas notas hasta llegar a insultos y resentimientos, ya que ninguno estaba dispuesto a estudiar para que se beneficiara otro que no lo hacía.
Para el asombro de toda la clase, ¡Todos perdieron el año! Y el profesor les preguntó si ahora entendían la razón del gran fracaso del socialismo.
Es sencillo; simplemente se debe a que el ser humano está dispuesto a sacrificarse trabajando duro cuando la recompensa es atractiva y justifica el esfuerzo; pero cuando el gobierno quita ese incentivo, nadie va a hacer el sacrificio necesario para lograr la excelencia.
El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero.... ....de los demas
ResponderEliminarDentro de unos añitos se le habrán quitado la figura de hada y los sueños. Dejen que aproveche ahora para hablar la bobería que corresponde a su edad.
ResponderEliminarEstá buena la fábula, muy didáctica.
ResponderEliminarGuarda, pero que daño hacen en lo que les llega la cordura...