miércoles, 1 de febrero de 2012

¿La verdad?

Me gustaría poder diferenciar un lunes de un lunes y un jueves de un jueves.

Me gustaría que los meses no fueran sinusoidales; me gustaría bajarme de un tren y subir a otro y no preocuparme por ver hacia donde va.

Me gustaría no saber que va a suceder a partir de las siete de la mañana, que el té estará listo a las siete y media, que llegaré a trabajar a las siete y cuarenta y cinco.

Me gustaría saber que me voy de viaje, que el tiempo es mío y no yo de él. Me gustaría poder escoger a quién veo cada día.​​

Me gustaría que lloviera sin que el Weather Channel te avisara y que alguien toque a mi puerta, sonriente y mojada, y me pida cobijo, por favor, es que llueve a cántaros.

Me gustaría no tratar de adivinar lo que viene y mejor disfrutar el viaje.

Me gustaría sentarme en el murito de afuera de la casa de los viejos y saludar al que pase.

Me gustaría volver a respirar aquel aire de la madrugada.

Me gustaría poder recomenzar algunas historias.

Y nada más



4 comentarios:

  1. A mi tambien..pero la maquina no se detiene, hasta ese dia en que te das cuenta que todo era mas importante...

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  2. ¿Serán los días de enero?¿será una carga de nostalgia boba que trae el frío de estos meses? ¿Será la boca abierta de las despedidas gritando ahora: Nunca más?
    Ando igual.

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  3. Nada, que estas cosas suceden cuando te sientas un momento en esas sillas que están a la orilla del camino, a descansar un instante mientras te frotas en entrecejo y estiras las piernas. Después, pues te incorporas y regresas al camino. Y nada más. Eso.

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