viernes, 27 de julio de 2012

Guapería nacional

Durante mi visita a Cuba pasé por la desventura de tener que visitar una oficina donde se hacen trámites de viviendas, ubicada en la otrora mullida y familiar barriada de la Víbora, justo detrás de Cubana de Acero.

El lugar es un hervidero de personas, miasmas y humores, lugar donde se desespera y suda a la par, mientras se escuchan historias y versiones sobre “lo que hay que hacer” para agilizar la gestión, casi todas coincidentes en que sobornar a los funcionarios es la vía más expedita para que todo fluya como las aguas albañales en la Playa del Chivo.

Y el lugar tiene un cancerbero o, siendo más preciso, una cancerbera.

Es una mujer que, atrincherada tras un escritorio, vocifera y observa despectivamente a los pobres seres humanos que allí están obligados a concurrir. Con 1.80 de estatura, de complexión robusta, con dicción y aspaviento inconfundiblemente solariegos, unas bermudas con las costuras a punto de reventar y una flor de marpacífico en la oreja, es la caricatura de la chusma alfa, la que mas grita, la violenta. Vamos, que si la sueltan en Brooklyn, sería como poner a un pez en el agua. Me moría por fotografiarla, pero no me atreví. Y la susodicha, pues bueno, si alguien quiere ver la incivilidad, la guapería barata, la chusmería y la bravuconada gratuita, debe ir a ver a aquel ejemplar.

Y en ella pensé cuando leí lo esta otra bravuconada, esta dicha por Raúl Castro:

“El día que quieran, la mesa está servida. Ya se le ha dicho por los canales diplomáticos corrientes. Si quieren discutir, discutiremos. Si quieren discutir los problemas de democracia, como dicen ellos, libertad de prensa, etcétera, etcétera, etcétera, de derechos humanos, todo esos cuentos que han inventado en los últimos años, sobre todo lo de los derechos humanos, vamos a discutir, los de Cuba, sí, vamos a discutir los de Cuba, pero en igualdad de condiciones, porque como no somos sometidos, ni colonia de nadie, ni títeres de nadie, vamos a discutir los mismos temas de Estados Unidos. Y estaremos parejos.

Discutimos todo lo que quieran, de Cuba y de los Estados Unidos. Y de sus -déjame cuidar las palabras para no afectar la diplomacia- y de sus aliados de Europa occidental, fundamentalmente. Mientras tanto aquí estamos. Con más cosas o menos cosas, pero aquí estamos. Y siempre con la caballería lista por si acaso.”


Da pena ajena ver como a estas alturas el presidente de un país en estado de desastre sólo atina a desatinar guaperías, a gritar sandeces y a manotear como, bueno, como esa mujer que trabaja en la oficina de vivienda justo detrás de Cubana de Acero.

Pobre país, pobres cubanos.

1 comentario:

  1. Muy bueno, volveré x acá con más frecuencia. D hecho, m llevo el blog a la lista d los q sigo en el mío.
    Saludos.

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