domingo, 19 de febrero de 2012

El agua tibia

Hace unos dias leía un post de Yoani Sánchez sobre el doble discurso y la tibieza de los intelectuales cubanos que quieren mantener su status quo en Cuba, sin atreverse a tocar el tema fundamental cubano, es decir, la falta de democracia, de derechos, la represión, la miseria material y social  y el inmovilismo, ni con el pétalo de una rosa.

Ahora escucho un rasgar de vestiduras porque unos músicos cubanos, a los cuales aparentemente se les terminó la dolce vita en el exilio, decidieron doblar la cerviz, hacer las paces con los tiranos e inclusive regresar a Cuba.

Pero hay poco de novedad en estos asuntos. Una buena parte de los cubanos exiliados vivimos la mayor parte de nuestras vidas con la doble moral por divisa y muchos salieron de Cuba sin tener que recurrir a la balsa y se convirtieron en exiliados amparados precisamente en esa doble moral. Y a ojo de buen cubero, no veo yo a nadie calificado para cuestionar los motivos ajenos, sobre todo los de supervivencia.  

Si bien es lamentable vivir en cadenas y en oprobio sumidos, ¿acaso no estamos todos los cubanos viviendo de esa manera, aun los exiliados que huimos de Cuba? 

¿Hay acaso una generación de héroes puros, paladines de la entereza, y yo no me enteré que existía?

¿O son algunas de estas cosas que leo solamente hipercriticismo con condón,  puritano,  a posteriori y a distancia? 

4 comentarios:

  1. Ese dedito acusador del Cdtte está más arraigado que lo que los paladines se atreven a reconocer. El daño antropológico es mucho más profundo y no cabe ni en post ni en una entrevista al Herald. Tenemos varias generaciones por delante...

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