miércoles, 18 de diciembre de 2013

MMXIII

Mi ciclo es de 11 años, cosa que tengo sabida.

Cada 11 años me ha sucedido algo vitalmente trascendental, y este es el año 2013, año 5 del presente ciclo, así que nada todavía.

Pero es, fue, mi año 5 en los Estados Unidos de América. Y, siguiendo la tradición de hacer el cierre y cambio de turno, a la usanza de aquel Coppelia, repleto, a las seis de la tarde, he aquí mi año 2013:

  • Mi niña grande terminó la universidad, primus inter pares.
  • Mi niña chica, imparable e impetuosa, va por camino similar.
  • Mi niño pequeño... ¡ya está en preescolar!
  • Mi esposa por fin pudo comenzar a trabajar, y va exitosa, y contenta.

Y yo, pues con las piedras que todos llevamos colgando del cuello, algunas grandes, algunas pequeñas; unas temporales, otras de por vida. Pero, como diría Galileo, moviéndome.

Y el día que ya no lo haga, pues ya no habrá nada sobre qué escribir.

Y que venga el 2014, que me lo como vivo.

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