jueves, 8 de diciembre de 2011

Santa Clauseando

Ayer finalmente recibí el arbol de navidad que había comprado por Internet. Una semana antes habían llegado la girnalda de luces y un par de colgajos. Y ayer también llegó el regalo para mi niño, un tren de juguete, con sus railes que forman un extenso recorrido, y todo de madera. El regalo para mi esposa está en el maletero del carro y el mío colgado en un closet. Tengo listo, además, un gorro navideño y algunos villancicos para crear ambiente. Asi es que, todo preparado, el sábado es día de armar el arbolito, tradición que inaguro en nuestra pequeña familia y que espero mi hijo disfrute, pues cada vez que ve algo alegórico a la festividad grita como un loco: ¡Christmas!


Celebrar Navidad nunca formó parte de mi vida. En mi familia allende en la ínsula no hubo celebraciones de navidades que involucraran arbolitos, aunque recuerdo, guardadas en el closet, las cajas con adornos: unas frágiles pompas brillantes y de colores vivos, que se fueron deteriorando y quebrando, a lo que yo contribuí en no poca medida con mi dedo de niño curioso. Pasado un tiempo ya no quedó huella de la Navidad en mi casa, y hubo que esperar a los 90 para retomar la celebración, pero ya yo no vivía allá.

Yo conocí la Navidad en México. Dias de histeria, tráfico loco y compras masivas. Esto es una fiesta de ricos, me dijo un amigo la primera vez que vi, asombrado, el inmenso parqueo de una plaza comercial lleno a tope un 24 de diciembre. En unos de mis viajes a Cuba, llevé de México media maleta con accesorios de Navidad, que le dieron un aire increiblemente festivo a la casa de los viejos, pues la Navidad en el Caribe parece carnaval y no ocasión de recogimiento, como por estos lares congelados y de puertas cerradas. Pero eso que llaman el espíritu navideño, esa rara mezcla de nostalgia, ternura y paz, el ansia por estar con la familia, lo atrapa a uno inexorablemente. 

En fin, Halloween de disfraces, Thankgivings con asado de carne, Navidad con pollos asados y Pascua quién sabe con qué: nuestras nuevas festividades y enhorabuena, que no teníamos ninguna.

8 comentarios:

  1. Muy bueno el post, y deja todo aclarado, pero mi curiosidad va por otro lado, oh yo pecador, asi como la de la foto son los papa Noel por Nueva York?..porque por mi barrio no lo son...y parece una tradicion tan linda...

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  2. Eso es lo que yo digo, tradiciones ante todo.

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  3. Si claro, muchachos, claro.......como no!!!!

    Por aca nosotros nos hemos creado tambien nuestra manera de celebrarlo, el caso es juntarnos, contarnos, querernos, pasarla bien y un poquito a lo cubano esta mucho mejor...Yo pongo el arbol el fin de semana de Thanksgivig y luego me cuesta quitarlo.....!!!!

    Esto fue lo que contaba hace un anno:
    http://deamorydeguerra-fermina.blogspot.com/2010/12/una-navidad-cubana.html

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  4. Fermina:
    Yo estoy a 6 hs de Houston y pensaba en esos dias darme una vuelta con mi esposa y mi niña por alla..a lo mejor te caemos!!!

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  5. 6 Hrs ?
    Verdad que este estado esta grandote....
    Bienvenidos serian por supuesto!
    Ah el papa noel de la foto creo que venia de un pais muy frio, de por alla arriba, de la europa vieja, algo asi...

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  6. Havanero, lo único que recuerdo de arbolitos y esas cosas eran una esferas que una tía escondía en maletas debajo de la cama. Mi tía menor y yo, con piedras o martillo, las hacíamos chispitas para ponerle a las uñas. Me parecían fabulosas, aquellas lucecitas sobre el esmalte. Quiero por razones de fe y por mi familia aquí, encontrarle sentido a la adornadera, pero lo único que obtengo es acordarme con cada línea de luces de mi familia de allá y los bombillos mortecinos con los que crecí. El año pasado, pude sacudirme un poco. La sensación me abandona y va desplazándose para gozar de mis pequeñas despeinadas y de mi esposo adornando un árbol.

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  7. Mis primeros atisbos de la navidad, ahora que recuerdo, es cuando mi abuela sacaba la caja donde guardaba "los papeles importantes" que era una de turrones e alicante. Recuerdo como se le iluminaban los ojos cuando hablaba de los dichosos turrones...Si, asi supe que era la Navidad.
    Para que tu veas Fermina, el Papa Noel de la foto puede que venga de un lugar frio, a juzgar por la tersura de la piel..perono me parece que sea muy viejo...y si asi fuera toman muy buenas vitaminas!!!! jejejeje
    Si, tu agarras de Houston pa'bajo, frenas antes de llegar a Mexico y ahi, al lado del puente estoy yo.

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  8. Belkis me hizo recordar aquellas cartulinas que hacían las niñas, donde pintaban flores cuyos pétalos eran, efectivamente, bolas de navidad molidas...

    Los viejos mios me trasmitieron su gusto, si bien no por la Navidad, sí por las cosas sabrosas, sobre todo por los productos españoles. Ibamos con frecuencia al Centro Vasco y al Mesón de la Chorrera, donde comíamos chorizos, sobrasada, cachelo, lacón con cachelo, fabada, quesos, turrones, en fin, un festín de vez en cuando...

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