sábado, 16 de marzo de 2013

Y viene en caja cuadrada

No sigo la pelota profesional, ni tampoco la de Cuba, y del recien finalizado Mundial me enteré sólo por comentarios que comenzaron a aparecer cuando Cuba comenzó a perder.

Mi afición por la pelota, que era considerable, se quedó en los años 80. Equipazos, mi Industriales de entonces, el Cuba que era una aplanadora que paseaba los mundiales, arrasando con equipos ante los que, hoy, pierde estrepitosamente.

Decir que Cuba perdió ante Holanda en beisbol resulta tan increíble como que Holanda pierda ante Cuba en futbol.

Y fui hoy en la mañana a cortarme le pelo en la barbería dominicana de la que soy cliente, y donde los temas de conversación son acerca de mujeres, pelota y boxeo, donde nadie me ha preguntado nunca mi nombre y donde soy conocido, simplemente, como Cuba.

Sólo hice sentarme y me dijeron: Oye Cuba, ¿de donde sacaron al manager arrogante ese que no deja jugar a sus jugadores? ¿Y qué pasó con la pelota cubana, tigre? Están desinflados...

Y dolió como un latigazo.

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