Leía la transcripción de la entrevista que "ofreció" el ciudadano sueco Jens Aron Modid sobre el accidente que costó la vida al opositor Oswaldo Payá Sardiñas y, además de la propia "entrevista", que debe traer desconcertado al 99% de la población cubana que no tiene ni idea de que se trata el asunto, dos asuntos saltan a la vista:
Fernando Rasverg, corresponsal de la BBC en Cuba, demuestra una vez mas sus calificaciones para ser corresponsal del Gramma y, en lugar de indagar sobre el accidente, que es lo que obviamente interesa, dice:
Yo tengo dos preguntas. Una es, ¿cuánto dinero traía para entregar a la oposición aquí en Cuba? Y la segunda, usted dice que no sabía que era ilegal. Esto de llegar a otros países a organizar movimientos políticos, o a ayudar a movimientos políticos, ¿es común que lo hagan en otros países? ¿En qué otros países lo hacen?
Y la otra cuestión que me llamó la atención es la respuesta a la penúltima pregunta (pregunta tonta, donde las haya). Si no se perdió algo en la traducción, creo que vendrán sorpresas:
Andrea Rodríguez, agencia AP: Francamente, ¿cómo podemos entender nosotros que cuando usted llegue a Suecia no va a cambiar su declaración? ¿Cómo podemos saber, por ejemplo, que usted en este momento no está siendo presionado por las autoridades cubanas para hacer este comentario y este pedido de disculpas? ¿Cuán sincero sea usted?
Modig: En este caso mis disculpas son honestas, todos los cubanos con los que me he reunido aquí en Cuba, que he encontrado, han sido amables, me han tratado bien, esa es mi respuesta.
martes, 31 de julio de 2012
1, 2 y 3, que Hobbit más chévere...
Debo decir, como
lector y espectador de “El Señor de los Anillos”, que los tres
tomos de esta obra no cabían en menos de tres películas, y largas.
Aprovecho para decir
también que no me imagino como “El Hobbit”, que es un librito
encantador pero breve, va a ser estirado para que salgan tres películas.
No es que me queje, porque
estoy seguro que van a ser tres soberbias películas (o eso espero),
pero me jode tener que estar en vilo tres años...
Nada, que money talks...
viernes, 27 de julio de 2012
Guapería nacional
Durante mi visita a Cuba pasé por la desventura de tener que visitar una oficina donde se hacen trámites de viviendas, ubicada en la otrora mullida y familiar barriada de la Víbora, justo detrás de Cubana de Acero.
El lugar es un hervidero de personas, miasmas y humores, lugar donde se desespera y suda a la par, mientras se escuchan historias y versiones sobre “lo que hay que hacer” para agilizar la gestión, casi todas coincidentes en que sobornar a los funcionarios es la vía más expedita para que todo fluya como las aguas albañales en la Playa del Chivo.
Y el lugar tiene un cancerbero o, siendo más preciso, una cancerbera.
Es una mujer que, atrincherada tras un escritorio, vocifera y observa despectivamente a los pobres seres humanos que allí están obligados a concurrir. Con 1.80 de estatura, de complexión robusta, con dicción y aspaviento inconfundiblemente solariegos, unas bermudas con las costuras a punto de reventar y una flor de marpacífico en la oreja, es la caricatura de la chusma alfa, la que mas grita, la violenta. Vamos, que si la sueltan en Brooklyn, sería como poner a un pez en el agua. Me moría por fotografiarla, pero no me atreví. Y la susodicha, pues bueno, si alguien quiere ver la incivilidad, la guapería barata, la chusmería y la bravuconada gratuita, debe ir a ver a aquel ejemplar.
Y en ella pensé cuando leí lo esta otra bravuconada, esta dicha por Raúl Castro:
“El día que quieran, la mesa está servida. Ya se le ha dicho por los canales diplomáticos corrientes. Si quieren discutir, discutiremos. Si quieren discutir los problemas de democracia, como dicen ellos, libertad de prensa, etcétera, etcétera, etcétera, de derechos humanos, todo esos cuentos que han inventado en los últimos años, sobre todo lo de los derechos humanos, vamos a discutir, los de Cuba, sí, vamos a discutir los de Cuba, pero en igualdad de condiciones, porque como no somos sometidos, ni colonia de nadie, ni títeres de nadie, vamos a discutir los mismos temas de Estados Unidos. Y estaremos parejos.
Discutimos todo lo que quieran, de Cuba y de los Estados Unidos. Y de sus -déjame cuidar las palabras para no afectar la diplomacia- y de sus aliados de Europa occidental, fundamentalmente. Mientras tanto aquí estamos. Con más cosas o menos cosas, pero aquí estamos. Y siempre con la caballería lista por si acaso.”
Da pena ajena ver como a estas alturas el presidente de un país en estado de desastre sólo atina a desatinar guaperías, a gritar sandeces y a manotear como, bueno, como esa mujer que trabaja en la oficina de vivienda justo detrás de Cubana de Acero.
Pobre país, pobres cubanos.
El lugar es un hervidero de personas, miasmas y humores, lugar donde se desespera y suda a la par, mientras se escuchan historias y versiones sobre “lo que hay que hacer” para agilizar la gestión, casi todas coincidentes en que sobornar a los funcionarios es la vía más expedita para que todo fluya como las aguas albañales en la Playa del Chivo.
Y el lugar tiene un cancerbero o, siendo más preciso, una cancerbera.
Es una mujer que, atrincherada tras un escritorio, vocifera y observa despectivamente a los pobres seres humanos que allí están obligados a concurrir. Con 1.80 de estatura, de complexión robusta, con dicción y aspaviento inconfundiblemente solariegos, unas bermudas con las costuras a punto de reventar y una flor de marpacífico en la oreja, es la caricatura de la chusma alfa, la que mas grita, la violenta. Vamos, que si la sueltan en Brooklyn, sería como poner a un pez en el agua. Me moría por fotografiarla, pero no me atreví. Y la susodicha, pues bueno, si alguien quiere ver la incivilidad, la guapería barata, la chusmería y la bravuconada gratuita, debe ir a ver a aquel ejemplar.
Y en ella pensé cuando leí lo esta otra bravuconada, esta dicha por Raúl Castro:
“El día que quieran, la mesa está servida. Ya se le ha dicho por los canales diplomáticos corrientes. Si quieren discutir, discutiremos. Si quieren discutir los problemas de democracia, como dicen ellos, libertad de prensa, etcétera, etcétera, etcétera, de derechos humanos, todo esos cuentos que han inventado en los últimos años, sobre todo lo de los derechos humanos, vamos a discutir, los de Cuba, sí, vamos a discutir los de Cuba, pero en igualdad de condiciones, porque como no somos sometidos, ni colonia de nadie, ni títeres de nadie, vamos a discutir los mismos temas de Estados Unidos. Y estaremos parejos.
Discutimos todo lo que quieran, de Cuba y de los Estados Unidos. Y de sus -déjame cuidar las palabras para no afectar la diplomacia- y de sus aliados de Europa occidental, fundamentalmente. Mientras tanto aquí estamos. Con más cosas o menos cosas, pero aquí estamos. Y siempre con la caballería lista por si acaso.”
Da pena ajena ver como a estas alturas el presidente de un país en estado de desastre sólo atina a desatinar guaperías, a gritar sandeces y a manotear como, bueno, como esa mujer que trabaja en la oficina de vivienda justo detrás de Cubana de Acero.
Pobre país, pobres cubanos.
jueves, 26 de julio de 2012
De la muerte y las miserias
A la espera de lo que puedan decir los
sobrevivientes del evento en que murió Oswaldo Payá, me llama la atención, en primer
lugar, la premura de Elizardo Sánchez en declarar que todo fue un
simple accidente, sin datos periciales, así, rapidito. Premura que
parece orden acatada.
Lo que resta, sin
embargo, me hace sentir pesimista.
Parece plausible que
algún asesino idiota haya planeado matar, literalmente, varios
pájaros de un tiro, a unos europeos entrometidos en política local, vaya, para que aprendan a mantenerse alejados de Cuba y sus asuntos, diría el asesino y, por
supuesto, por qué no, a Oswaldo Payá, el más sólido y moralmente
inexpugnable opositor al régimen. O que simple, desgraciada y
absurdamente, sólo haya sido un accidente. Yo regresé recientemente
de Cuba y puedo dar fé de que manejar allá implica un riesgo
altísimo por el pésimo estado de calles, avenidas, carreteras y el
sistema de señalización casi inexistente.
Pero lo que me temo
es que, aun cuando salga a la luz que hubo otro implicado en el
accidente, un camión o auto que haya embestido al de Payá y que lo
haya sacado de la carretera, alguien probablemente dirá: “Estamos
investigando los sucesos...”, y todo irá cayendo el el rápido
olvido de estos tiempos repletos de sucesos. Y por supuesto, no habrá
pruebas de la implicación del aparato represivo cubano en el asunto.
Finalmente, lamentable es la
muerte de ese cubano tremendo, lamentable es Cuba y su miseria, y
lamentable es leer las injurias y ofensas que se han escrito sobre
Payá. No hay dignidad ni honor en vilipendiar a un adversario a la
hora de la muerte.
Mierda de gente,
mierda de gobierno, mierda de país, donde sólo hay partidarios y
enemigos.
sábado, 21 de julio de 2012
¿De donde sacan sus ideas los sicópatas?
Viendo con tristeza y frustración el terrible suceso del asesinato en masa en un cine en Colorado, recordé esta pelicula, llamada Rampage.
Es dif'icil pensar que cualquier parecido sea pura coincidencia...
Es dif'icil pensar que cualquier parecido sea pura coincidencia...
viernes, 20 de julio de 2012
Cuba: entre la desesperanza y la ingenuidad
Para muchos, quizás la mayoría, la solución para el Problema cubano es asombrosamente simple: que se vayan los Castro y sus vasallos y que se instaure la democracia. Y ya está, resuelto el Problema. Y yo me pregunto si esa desmesurada muestra de ingenuidad y simplismo no es también parte del Problema.
En dependencia de quien aborde este tema, el famoso Problema puede ser o el megadesastre económico, para los que sufren las calamidades cotidianas, o el régimen dictatorial, para los que tienen inquietudes políticas. Y están, por supuesto y por suerte, quienes ven en el primero una consecuencia del segundo.
Sin embargo, parte fundamental del Problema, como en todo asunto humano, son las personas. Ni la economía ni la política ni la nación se hacen con incapaces e indolentes. Y la sociedad cubana, ya vista de cerca, los ciudadanos, los diversos grupos sociales, dada su condición intelectual y de conciencia ciudadana actual, es incapaz de construir un sistema socioeconómico eficiente y exitoso.
La incivilidad, la falta de valores de convivencia, el miedo, la indolencia, el embotamiento de la iniciativa individual, el lógico desconocimiento del know how de la vida moderna, los jóvenes empantanados en una subcultura de vulgaridad, la falta de información, el adoctrinamiento, 50 años de dictadura y aislamiento, han convertido a la sociedad cubana actual en una masa informe que no sabe como resolver sus propios problemas.
No es un mal que no tenga remedio, es cierto, si bien requerirá de mucho tiempo para cambiar esa condición. Quizás un par de generaciones, unos 50 ó 60 años. Un pestañazo.
Por otra parte, algo más inmediato es ese mal necesario, el gobierno, y la primera pregunta que se me ocurre es quién sustituiría a los actuales gobernantes.
La oposición cubana, escasa, fragmentada, dispersa y acosada por el aparato represivo, está integrada, en lo fundamental, por personas cuyo principal mérito es ser valientes. Dentro de ese grupo hay gente de a pie, algunos intelectuales o simplemente personas con deseo de un cambio político. No cuento entre los integrantes de la oposición, por supuesto, a oportunistas y espías. Pero lo que definitivamente no veo es un programa político, social y económico alternativo, una propuesta concreta y plausible, algo que, si mañana temprano Raúl Castro y su caterva de ancianos desapareciera, pudiera ser implementado y que, con ello, comenzara la nueva nación.
Es curiosa la forma en que se refiere a algunos de estos temas el señor Dagoberto Valdés Hernández, cofundador y editor de las revistas Vitral y Convivencia, en un reciente artículo llamado “Cuba sí tiene pensamiento, proyectos y protagonistas para su futuro”.
El primer párrafo del escrito define el tono del resto del artículo, que se pudiera resumir en lo siguiente: el que diga que no hay proyectos viables ni actores serios (para un cambio en Cuba) es una suerte de enemigo. Y lo segundo que salta a la vista es que el autor parece tener la solución para todos los problemas cubanos y esta es: democracia, democracia y democracia. Peculiar democracia, por cierto, esta a la que el señor aspira y que al parecer ya no incluye a quienes desconozcan o cuestionen a los actuales opositores. Ah, ese pequeño dictador que todos llevamos dentro...
Más curioso aun resulta leer que el autor critica las voces que supuestamente claman por otro caudillismo o liderazgo personal pero a la vez, en todo el escrito, el señor Valdés menciona constantemente a los intelectuales como protagonistas, artífices y salvadores de la nación, quizás deseando en lugar de un Presidente o Primer Ministro, una suerte de poliarquía de intelectuales, algo así como la olla de grillos que es actualmente la intelectualidad cubana y que es fácilmente apreciable en un recorrido por Internet.
Pero lo realmente desconcertante es que ni una sola vez menciona a los que realmente deben protagonizar el cambio, a la nación, a la gente, a los cubanos, como principales actores de cualquier cosa que suceda..
En mi opinión de observador independiente, no afiliado a políticas ni políticos ni a líneas o curvas de pensamiento y con la objetividad (poca o mucha, se admiten discrepancias) que da el vivir en el exilio, la nación cubana necesita para rehacerse y despegar del horrible marasmo en que está sumida, como mencionaba más arriba, dos ó tres generaciones de cubanos, gente nueva, desintoxicada, alejada de los valores y estados mentales que priman actualmente entre los cubanos de allá y de aquí. Y menos ingenuidad, eso es un hecho.
Se precisa, además, de una cantidad astronómica de recursos para reconstruir las ciudades, las calles, casas, sistemas de distribución de agua y energía, la agricultura, la industria pesquera y marítima, renovar y modernizar todas las industrias, rescatar la minería, reparar y construir los sistemas de comunicaciones vial y de ferrocarril, ejército y policía profesionales y no politizados y, por supuesto, un gobierno central eficaz, eficiente y capaz, sin corrupción, que al vez desentralize a gobiernos locales, independientes y eficientes, que creen la confianza necesaria para inversionistas extranjeros. Y todo ello, por supuesto, y aquí finalmente coincido con el señor Valdés, en la democracia.
Al pensar sobre la magnitud de lo anterior, me lamento porque ni yo ni mis hijos ni mis nietos veremos la Cuba que todos quisiéramos, la otra Cuba con la que todos soñamos y que no existe. Es triste pensar que nos tocó a todos, inclusive los que allá viven, ser exiliados de un país terrible, exiliados que nunca regresaremos al país maravilloso que siempre debió ser, y que estoy convencido será de nuevo en algunas décadas, nuestra Cuba.
En dependencia de quien aborde este tema, el famoso Problema puede ser o el megadesastre económico, para los que sufren las calamidades cotidianas, o el régimen dictatorial, para los que tienen inquietudes políticas. Y están, por supuesto y por suerte, quienes ven en el primero una consecuencia del segundo.
Sin embargo, parte fundamental del Problema, como en todo asunto humano, son las personas. Ni la economía ni la política ni la nación se hacen con incapaces e indolentes. Y la sociedad cubana, ya vista de cerca, los ciudadanos, los diversos grupos sociales, dada su condición intelectual y de conciencia ciudadana actual, es incapaz de construir un sistema socioeconómico eficiente y exitoso.
La incivilidad, la falta de valores de convivencia, el miedo, la indolencia, el embotamiento de la iniciativa individual, el lógico desconocimiento del know how de la vida moderna, los jóvenes empantanados en una subcultura de vulgaridad, la falta de información, el adoctrinamiento, 50 años de dictadura y aislamiento, han convertido a la sociedad cubana actual en una masa informe que no sabe como resolver sus propios problemas.
No es un mal que no tenga remedio, es cierto, si bien requerirá de mucho tiempo para cambiar esa condición. Quizás un par de generaciones, unos 50 ó 60 años. Un pestañazo.
Por otra parte, algo más inmediato es ese mal necesario, el gobierno, y la primera pregunta que se me ocurre es quién sustituiría a los actuales gobernantes.
La oposición cubana, escasa, fragmentada, dispersa y acosada por el aparato represivo, está integrada, en lo fundamental, por personas cuyo principal mérito es ser valientes. Dentro de ese grupo hay gente de a pie, algunos intelectuales o simplemente personas con deseo de un cambio político. No cuento entre los integrantes de la oposición, por supuesto, a oportunistas y espías. Pero lo que definitivamente no veo es un programa político, social y económico alternativo, una propuesta concreta y plausible, algo que, si mañana temprano Raúl Castro y su caterva de ancianos desapareciera, pudiera ser implementado y que, con ello, comenzara la nueva nación.
Es curiosa la forma en que se refiere a algunos de estos temas el señor Dagoberto Valdés Hernández, cofundador y editor de las revistas Vitral y Convivencia, en un reciente artículo llamado “Cuba sí tiene pensamiento, proyectos y protagonistas para su futuro”.
El primer párrafo del escrito define el tono del resto del artículo, que se pudiera resumir en lo siguiente: el que diga que no hay proyectos viables ni actores serios (para un cambio en Cuba) es una suerte de enemigo. Y lo segundo que salta a la vista es que el autor parece tener la solución para todos los problemas cubanos y esta es: democracia, democracia y democracia. Peculiar democracia, por cierto, esta a la que el señor aspira y que al parecer ya no incluye a quienes desconozcan o cuestionen a los actuales opositores. Ah, ese pequeño dictador que todos llevamos dentro...
Más curioso aun resulta leer que el autor critica las voces que supuestamente claman por otro caudillismo o liderazgo personal pero a la vez, en todo el escrito, el señor Valdés menciona constantemente a los intelectuales como protagonistas, artífices y salvadores de la nación, quizás deseando en lugar de un Presidente o Primer Ministro, una suerte de poliarquía de intelectuales, algo así como la olla de grillos que es actualmente la intelectualidad cubana y que es fácilmente apreciable en un recorrido por Internet.
Pero lo realmente desconcertante es que ni una sola vez menciona a los que realmente deben protagonizar el cambio, a la nación, a la gente, a los cubanos, como principales actores de cualquier cosa que suceda..
En mi opinión de observador independiente, no afiliado a políticas ni políticos ni a líneas o curvas de pensamiento y con la objetividad (poca o mucha, se admiten discrepancias) que da el vivir en el exilio, la nación cubana necesita para rehacerse y despegar del horrible marasmo en que está sumida, como mencionaba más arriba, dos ó tres generaciones de cubanos, gente nueva, desintoxicada, alejada de los valores y estados mentales que priman actualmente entre los cubanos de allá y de aquí. Y menos ingenuidad, eso es un hecho.
Se precisa, además, de una cantidad astronómica de recursos para reconstruir las ciudades, las calles, casas, sistemas de distribución de agua y energía, la agricultura, la industria pesquera y marítima, renovar y modernizar todas las industrias, rescatar la minería, reparar y construir los sistemas de comunicaciones vial y de ferrocarril, ejército y policía profesionales y no politizados y, por supuesto, un gobierno central eficaz, eficiente y capaz, sin corrupción, que al vez desentralize a gobiernos locales, independientes y eficientes, que creen la confianza necesaria para inversionistas extranjeros. Y todo ello, por supuesto, y aquí finalmente coincido con el señor Valdés, en la democracia.
Al pensar sobre la magnitud de lo anterior, me lamento porque ni yo ni mis hijos ni mis nietos veremos la Cuba que todos quisiéramos, la otra Cuba con la que todos soñamos y que no existe. Es triste pensar que nos tocó a todos, inclusive los que allá viven, ser exiliados de un país terrible, exiliados que nunca regresaremos al país maravilloso que siempre debió ser, y que estoy convencido será de nuevo en algunas décadas, nuestra Cuba.
jueves, 19 de julio de 2012
¿Hambre? Sólo la voluntaria, compañero
Se dice por ahí que la carnerada va a discutir el asunto de la inanición voluntaria, o sea, las huelgas de hambre.
La otra inanición, la involuntaria, la de los ancianos que reciben 200 pesos de retiro en un país donde la libra de tomate cuesta 15, de esa los carneros dicen, como en una añeja canción, mejor no hablemos, no viene al caso...
Ya lo he dicho antes, yo tengo que dejar de leer sobre Cuba o me va a dar un yeyo.
La otra inanición, la involuntaria, la de los ancianos que reciben 200 pesos de retiro en un país donde la libra de tomate cuesta 15, de esa los carneros dicen, como en una añeja canción, mejor no hablemos, no viene al caso...
Ya lo he dicho antes, yo tengo que dejar de leer sobre Cuba o me va a dar un yeyo.
Cuota mensual de aceite que recibe mi padre en Cuba |
miércoles, 18 de julio de 2012
Predicciones de NostraCuba
- Chávez se muere y, con él, la bonanza venezolana.
- Obama pierde y con ello regresan las restricciones de todo tipo por parte del gobierno de los USA.
- El petróleo no aparece.
- Raúl Castro no parece haber tenido mucho éxito en su beggar tour.
- Algun idiota decidió gravar cualquier cosa que importe un particular, eliminando así el influjo de bienes que hasta ahora existía (incluyendo alimentos) y por ende disminuirá drásticamente la cantidad de cubanos viajando a Cuba y el dinero que estos traían.
Lo que más quisiera es estar equivocado, pero a mí la cuenta me da que hay otro Período Especial tocando a la puerta de los cubanos...
martes, 17 de julio de 2012
Lo que se escucha en Cuba
¡Buenas tardes, qué bolá, ´tá de pinga esto!
Parroquiano en
cafetería en 46 y 112
La yuma me dijo que la
caguama era una especie en peligro y que yo era un irrespnsable por
cazarla y venderla y yo le respondí que aquí o vive la caguama o
vivo yo...
Pescador en
Cojímar
Si quieres que la policía
venga porque el perro del vecino ladra y no te deja dormir, diles que
el perro está gritando “¡Abajo Raúl!”
Vecino
¡Oe, que no puén tarh
paraoh aí, que uhtede noyen!
Mujer
recepcionista en una oficina estatal
Venga, venga y pase una
tarde inolvidable con su esposa... “Es mi hija...” ah, tá bien,
con su hija, una tarde inolvidable, ¡¡¡ y le regalamos un plato de
maripositas chinas!!!
Barrio chino
Papá, ¿el pajarito está
castigado?
Mi niño, al
ver a un canario enjaulado
Ey, Ehpaña, Madrí...
Italiano, amichi... uhmmm... Finlan, Finlan!!!... dale, sigue
diciendo acere... yunaite estei, yunaite estei!!... Oe, eh cubano,
consorte... Ah, cubaaaaano.
Proxenetas en
la plaza detrás del Palacio de los Capitanes Generales
Ey, ey, ´pérense ahí,
que tengo que habilitar la mesa, sino me regañan...
Mesero
atormentado en la cafetería El Mercurio (no la recomiendo, por
cierto)
¡Vaya, la uva, que no te llena pero te entretiene!
Vendedor de uvas caletas, en la playa
A mí no me
hables de trabajar y luchar, que yo llego a mi casa a las 6 y media a
cocinar y me acuesto a las 12 de la noche y puedo ir a la tienda a
comprar aceite una vez al mes, asi que...
Vecina
El locutor de Nocturno tiene una voz que parece un Transformer con gripe...
El Havanero en NY, oyendo Nocturno
Nuestros
cambios son para mas socialismo
Pancarta en
Avenida Boyeros
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