La pasión de algunos
cubanos con referencia al proceso electoral venezolano es curiosa.
Entre los cubanos de
afuera, por razones ideológicas y de simpatía política, el
candidato era Capriles.
Entre los cubanos de
adentro, por adoctrinamineto y cuestión de supervivencia, el
candidato era Maduro.
Y de acuerdo a lo que se
observa, la vida sigue demostrando que aquello de “Trincheras de
ideas valen más que trincheras de piedra”, es una paja mental.
Petróleo y comida, que es
el nuevo pan y circo, es la frase del momento.
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