martes, 12 de febrero de 2013

Requiem por mis cuentos perdidos


Ya parecía que no le quedaba nada disponible a Hollywood para su labor de vulgarización.

La rutina de crear la saga de una película, colocando la segunda parte en el viejo Oeste y la tercera en una destartalada nave espacial en un futuro distante, ha ido perdiendo el atractivo. Las secuelas entonces se han ido convirtiendo en “pre-cuelas”, pero hasta eso ha dejado de funcionar. Combinaron entonces cowboys y extraterrestres, Lincoln con vampiros, Capitan Nemo con turbante, han hecho versiones de versiones, pero la magia no aparece.

Y entonces la emprendieron con los clásicos.

Por ahí andan entonces algunas películas realmente ridículas, como esa sobre un Sherlock Holmes estilo Batman, otra sobre Blanca Nieves en esteroides, Caperucita Roja tipo Van Dam, mosqueteros futuristas y ya vienen versiones sobre Hansel y Gretel con una bruja hiperequipada y otra sobre Jack y los Frijoles Mágicos, que va a ser un asesino de gigantes, para variar. Salgari, Verne, Conan Doyle y Dumas, de luto.

Y ayer me senté (o mas bien, me acosté) a ver “Wrath of the Titans”, película nada menos que basada en la mitología griega, esa mitología tan rica, tan intrincada, tan querida. Y la película es tan... mierdera que sólo quisiera des-verla, si fuera posible.

Pero lo que realmente me decidió a escribir este lamento por la magia perdida, porque de seguro va a ser muy raro que un niño vuelva a ver esas deliciosas historias con el mismo asombro e inocencia con que yo las leí, lo que me decidió a escribir esto, repito, fue que le pregunté a una compañera de trabajo si había visto “Wrath of the Titans” y me respondió, “Ah, si, es una sobre el tiempo de los romanos o algo así, ¿verdad?”

Horror.

2 comentarios:

  1. Son destripadores de sueños,trepanadores del buen gusto, inquisidores de la imaginación. Y son, además, los dueños de los caballitos, lo que hace que la situación se vuelva eterna e irremediablemente jodida. Pero hay una salida.

    ResponderEliminar