lunes, 17 de septiembre de 2012

Sobre el derecho a la cólera

Resulta que los musulmanes están indignados porque, en una película de bajo presupuesto y casi nula difusión, se ha ofendido a Mahoma y la religión musulmana. Hasta aquí yo digo, ¿por qué no? Tienen derecho a sentirse así.

Es muy probable que si alguien describiera a Jesús o Moisés como homosexuales se ofenda mucha gente. Todavía recuerdo el disgusto que provocaron las películas “Jesucristo Superstar”, o “La Pasión de Cristo”, una entre los cristianos, la otra entre los judíos. Y sigo diciendo, ¿por qué no? Tienen derecho a sentirse así.

Pero hay un abismo entre sentirse indignado por razones de sensibilidad religiosa y lanzarse en un frenesí de fanatismo medieval a asesinar a personas, nada menos que a un embajador, o a asaltar y destruir propiedades. Hay ciertamente un abismo de ignorancia y estupidez.

Lo primero: la película de marras es la opinión de un par de personas, no de una organización o de una ciudad o de una nación o de un gobierno.

Segundo: si se sigue la lógica de los musulmanes, hay que salir hoy mismo, aquí en los Estados Unidos, o en España o en Francia o en Inglaterra, a destruir y quemar mezquitas y linchar a cuanto musulmán esté a la vista, sólo para mantener las proporciones entre las reacciones a una película estúpida y a los atentados hechos por musulmanes en los que se han asesinado a miles de inocentes.

Y tercero y último: Ya se extraña a los dictadores depuestos en el Medio Oriente. Es obvio que hay lugares donde se necesita de las dictaduras. 

Y realmente creo que lo peor está por venir...

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